Una de las mayores preocupaciones de las madres solteras es el momento en el que sus hijos comienzan a hacer preguntas sobre la figura paterna. La naturalidad es la clave para explicarles a los niños las características de su familia. Para facilitar esto, ahora existe un cuento en el mercado que facilita tratar este tema con los más pequeños.

"Me inventé esta historia para contarle a mi hija por qué ella no tenía un papá como otros amigos o compañeros y finalmente me animé a publicarlo", indica Rosa Maestro, autora de "Cloe quiere ser mama", un libro dirigido a niños de entre 3 y 5 años en el que se aborda la maternidad en solitario.

"Cuenta la historia de Cloe que tiene un gran deseo de ser madre, pero no conoce a ningún papá. Por ello le pide un deseo a estrella luna y ésta le entrega una caja mágica en la que hay la semillita de un señor muy generoso que el médico pone en la tripa de mamá y así se queda embarazada", relata Rosa, quien reconoce que a medida que el niño crece hay que ir ampliando la información y hablarle de la reproducción asistida o la donación de óvulos. "Mi hija nunca preguntó por su papá porque desde bien pequeña se lo expliqué todo con este cuento", indica la autora de este libro.

La naturalidad es también la clave para otra madre soltera por elección, Mónica Franqueira. "Clara tiene tres años y todavía no pregunta mucho aunque está con otros niños, va a cumpleaños y sabe que otros si tienen un papá y ella no", relata esta ourensana, quien asegura que llegado el momento le contará cómo fue concebida con total naturalidad y mientras, apuesta por tratar el tema delante de la niña sin problemas. "A veces me preguntan, ¿y el padre? y respondo: no hay padre, delante de Clara para que lo acepte como algo normal y natural", relata esta madre ourensana.

Desde muy pequeña tuvo claro que quería ser madre y aunque su primera opción fue adoptar, lo descartó con el paso de los años. "La adopción no depende de ti, entran en juego terceras personas y puede que estés varios años esperando y al final no lo consigas porque ese país cierra las adopciones o cambia tu situación económica", indica la ourensana Mónica Franqueira, que hace siete años decidió que había llegado el momento de ser madre. "Va pasando la vida y la pareja o no aparece o no se da el caso, pero yo tenía claro que quería tener un hijo", indica. Mónica recuerda como si fuera ayer el día en que comenzó su particular periplo para ser madre, el 19 de enero de 2006. No lo tuvo fácil. Fueron necesarias dos operaciones y hasta cinco tratamientos de reproducción asistida para que se quedase embarazada, pero ahora solo recuerda lo positivo. "El parto fue muy rápido y ahora soy una mujer feliz, tener a Clara, ser madre es una satisfacción, te da plenitud, es la felicidad completa", señala.

Pese a que reconoce que, en un primer momento, sus padres preferían que hubiese tenido a su hija del modo tradicional - "mi madre siempre quiso que me casase y después tuviese los niños", indica Mónica-, ahora están encantados. "Es la reina de la casa", señala Mónica, quien reconoce que no echa en falta la figura de un padre en casa. "No puedo comparar porque no he estado casada, pero la verdad creo que le puedo dar todo desde el punto de vista de la afectividad, la seguridad y la estabilidad a mi hija. Si creyese que no podría hacerlo sola, sin una pareja, no la habría tenido", resalta.

Aparejadora de profesión, la crisis también ha hecho mella en su familia. "Estoy pensando en volver a casa de mis padres porque ahora soy autónoma y hace dos años que no tengo obras", indica y añade: "Esto no es lo que soñé cuando me veía en casa con mi niña, pero es la crisis y afecta a todo el mundo".

Mónica reconoce que pese a tener el apoyo de la familia, uno de los momentos más difíciles -"cuando más sola te sientes"- es cuando se sometió al tratamiento de fecundación.