Portugal decidió ayer aumentar hasta los 18 años la edad mínima para consumir bebidas alcohólicas y equipararse así a la mayoría de sus socios europeos, aunque optó por seguir permitiendo a los jóvenes de más de 16 años beber cerveza y vino.

La nueva ley, que se aplica en la práctica desde hoy, ha suscitado críticas por considerar que no debería hacerse distinción entre bebidas y que la edad mínima debería fijarse en todos los casos en los 18 años. La disposición aprobada por el Gobierno conservador luso restringe con mayor dureza los puntos de venta y sus horarios: no podrán a partir de ahora comercializar bebidas alcohólicas ni las gasolineras entre las doce de la noche y las ocho de la mañana. Los establecimientos que incumplan la nueva normativa se arriesgan a una multa de entre 2.500 y 30.000 euros o el cierre del local durante 12 horas.

En España, no se es mayor para beber alcohol -incluidos la cerveza y el vino- hasta los 18 años. Pero no hay consenso entre países. Por ejemplo, en EE UU y Paraguay la edad mínima es de 21 años; en Suecia, Noruega o Finlandia, los 20; pero en la mayor parte de los países la edad mínima es de 18 años.