Su humor no se ha quemado con sobre exposiciones televisivas y la expectación en los alrededores del Teatro Novacaixagalicia eran tan grande como cabría imaginarse. Faemino y Cansado son famosos a su estilo (una fama como desde los márgenes de los focos, una fama juguetona y esquiva) y no muestran signos de agotamiento. La importancia del dúo dentro de la historia del humor es palmaria. Su mejunje, donde pochan los Monty Python con Tip y Coll, ya ha creado escuela (los delirios catódicos de Joaquín Reyes tienen no poco que ver con los chistes oblicuos del dúo madrileño) y dada su inteligente mesura, cada nueva gira se reviste de acontecimiento, de cita ineludible.

Pero, ¿qué supuso en su carrera este sexto espectáculo, "Parecido no es lo mismo"? Pues algo parecido a un río: parece inmutable pero siempre está cambiando. Actuaron sobre el escenario vacío, cero utilería, con sus dos palos de micrófono y con escasísimo cambio de vestuario. Usaron un par de gadgets a mayores. Y fueron ellos: gesto y frase, ingenio, espíritu mordaz, nonsense y ciertas dosis de diletancia verbal y desmadre€ el alma sigue ahí. No necesitan de giros o aspavientos, esto fue puro "Faecansanismo" y no es preciso reinventar la rueda cuando gira perfectamente.

Faemino y Cansado, como siempre, sostienen su espectáculo en un torrente de verbo y gestualidad que parece improvisado, que sin duda se rinde a la improvisación también, pero que es un portento milimétrico de eficacia hilarante. "Parecido no es lo mismo" es un carrusel que solo obedece a una intención: provocar, lograr risas hasta la lágrima y la carcajada, valiéndose de la sinergia entre Javier Cansado y Carlos Faemino.

En su terreno, el humor puro (ni político ni de situación, ni cuenta-chistes ni de imitaciones o parodias), son lo mejor que ha dado la piel de toro desde Tip. Y nadie les hace sombra al subirse a las tablas de un escenario. Ayer triunfaron y hoy, apuesto, triunfarán.

"Parecido no es lo mismo"

Faemino y Cansado.

Anoche, en el Teatro Novacaixagalicia de Vigo.