"La razón de que haya llovido mucho, sobre todo al final del invierno y en este principio de la primavera estriba en que las borrascas atlánticas se han desplazado mucho más al sur de lo normal", explica el meteorólogo experto en Climatología Juan Taboada. "Esto a su vez se debe a la presencia de un anticiclón que ha estado estacionario aproximadamente en el Mar del Norte. Las borrascas suelen seguir la interfase entre el aire frío polar y el más cálido subtropical, puesto que sacan su energía de esa diferencia de temperatura. A finales del invierno y principios de la primavera, debido al aumento de la radiación solar, esta interfase se va desplazando más al norte, de forma que las borrascas normalmente van teniendo menos oportunidades de afectarnos, puesto que su trayectoria habitual seria entre Terranova y Escandinavia. Sin embargo, este año, debido a la presencia de este anticiclón en el Mar del Norte, muy pesado, las borrascas no pudieron pasar por ahí en su camino desde las costas de Canadá, y por tanto se movieron hacia el sur, por lo que la península Ibérica estuvo en la trayectoria de la mayoría de ellas. Eso explica que estas semanas hayan sido inusualmente lluviosas en Galicia y el resto de la península", resume. A este mismo hecho alude la meteoróloga de MeteoGalicia María Souto: "El famoso anticiclón de las Azores debería bloquear la entrada de borrascas en primavera, pero estaba situado más al norte".