El psiquiatra Cipriano Jiménez (Pontevedra, 1941) lleva muchos años implicado en el tema del autismo, desde que en 1976 creara la Fundación Menela. "En estos momentos, por cada 150 niños en edad escolar, uno puede tener un trastorno del espectro del autismo, una cifra bastante alta", advierte. El experto explica que "una intervención precoz es la mejor esperanza de futuro de las personas con TEA, por eso es tan importante la detección temprana". Para facilitarla, hace un año rehabilitaron una casa del Casco Vello, gracias a un proyecto de ayuda europeo, en el que trabajan específicamente en el servicio de diagnóstico y atención temprana.

Aunque el psiquiatra advierte de que el diagnóstico de autismo es complejo de llevar a cabo, ya que es un trastorno sin marcadores físicos ni neurológicos específicos, "en los últimos cinco años se ha avanzado mucho y se afina en el diagnóstico mucho mejor". También asegura que los tratamientos, al ser diagnosticados muy precozmente, "son mucho más eficaces; lo más importante es ofrecerles una educación especializada", indica.

Esa atención especializada no significa que deban de estudiar en centros de educación especial, como el que regentan en Alcabre, que atiende a 35 niños, "apostamos por la inclusión en centros ordinarios pero siempre con el apoyo necesario".