"¡Eh, pingüino! Si un día vuelves a cruzarte en mi camino, te enseñaré, te enseñaré a realizar un besamanos". Canción: "Le Pingouin". Intérprete: Carla Bruni. Malpensados como son los periodistas por naturaleza, enseguida han identificado pájaro bobo con Hollande. Total, porque la bella Carla describe al bicho como "ni feo ni guapo, el pingüino, ni alto ni bajo, el pingüino, ni sí ni no" y "el señor ni sí ni no" fue uno de lo apodos de Hollande durante la campaña. Y porque durante el traspaso de poderes se afeó a la nueva pareja presidencial su poca deferencia con la antigua pareja presidencial. Bruni y Sarkozy tienen esa imagen, de rencorosos y vengativos. Los galos son muy quisquillosos. Aquí Luz Casal cantó a un pingüino Rufino y ningún político se dio por aludido. Y eso que Rufino comía langostinos y jugaba en el casino. Ya lo ha dicho el propio pingüino ni sí ni no, Hollande, "podría haber sido mucho peor" porque se trata de un animal "más bien amable". Lo dicho. Malpensados. Sobre todo si tenemos en cuenta que la exprimiera dama llamaba a su marido "mon petit chou chou" y chow chow es una raza de perro. Con una vida sexual digamos más definida que la del pingüino, pero del universo fauna igual.

Cayetana, duquesa de Alba, y su hijo, Jacobo, conde de Siruela, han hecho las paces. Llevaban dos años sin hablarse, oigan. Ni se vieron en la sonada boda con Alfonso Díez ni cenaron juntos por Nochebuena. Se enfurruñaron porque la duquesa dijo de Inka, su nuera, que era "mentirosa y mala persona". Y Jacobo salió en defensa de su mujer y dijo aquello de que los trapos sucios de familia se lavan en familia. En la suya, que está siempre bajo los focos. Unos dicen que el enfado se debía a que Inka no veía con buenos ojos a Alfonso, igual que los hijos de Cayetana, pero claro, ellos son hijos y la periodista, esposa y en segundas nupcias. Otros que era por la herencia. El caso es que se han terminado las tensiones ahora que Jacobo ha escrito un libro sobre el Palacio de Liria, que también es cosa que queda dentro de la familia. El patrimonio une mucho.

El mundo está lleno de peñafieles. Convendrán conmigo que el protocolo vaticano es una faena para las princesas de nueva generación. Deben vestir de negro riguroso, cubrirse la cabeza -si eres española, encima con peineta- y no enseñar ni la muñeca. Hay que ser una Naty Abascal para salir airosa de un trance similar. Y aun así a Letizia la han puesto verde por llevar medias de cristal, que se decía antes, en lugar de tupidas. Y por cuchichear con Máxima, que se le ha adelantado en la carrera al trono. Charlene también hizo "trampa", echó su mantilla hacia atrás para lucir cabello rubio. Y Cristina Fernández Kirchner iba tapada, sí, pero discreta no, que parecía Evita, más brocada, más tocada y más recargada que su compatriota papa.

A la baronesa Thyssen la Semana Santa de Marbella la ha premiado con la Mantilla de Honor. Allí Carmen Cervera protagonizó un momentazo al encontrarse con unos legionarios. Simpática como es, no dudó en probarse uno de los gorros militares ni en saludar a la famosa mascota de la legión, la cabra. Es sabido que Tita es muy animalera. En sus mansiones acoge perros abandonados, gatos y hasta patos. A la baronesa le pasa como a Lord Byron -"Cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro"- y no me extraña tal como le ha ido la vida, excepción hecha del bueno del barón, claro, que le dejó en herencia las mansiones para que pudiera dar cobijo a perros, gatos y hasta patos.

La Federación Ecuestre Internacional ha propuesto a Cayetano Martínez de Irujo como candidato al Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. La propuesta es seria, la ha hecho la presidenta de la federación. La presidenta es la princesa Haya Bint Al Hussein de Jordania y el jinete sugerido, conde de Salvatierra y quinto hijo de la duquesa de Alba. Pero la sangre azul -diga lo que diga Escassi que anda de programa en programa de televisión dando escándalo y espectáculo y mostrando cuerpo- corre mucho por los hipódromos. No seré yo quien diga que Cayetano no tiene currículo. Le he seguido más por otros lares. Y en esos también tiene currículo. Lo que ya es mala leche es lo de Gente, y eso que el programa de corazón de TVE no puede ser más blanco incluso sin Anne Igartiburu. Van a meterle la prenominación de Martínez de Irujo en el ojo a Mar Flores. Que tuvo sus amores con el conde para disgusto de la duquesa pero ahora es mujer casada y madre de familia numerosa. Lo malo es que existen las hemerotecas y ahí está la Flores, con peineta y mantilla, en la boda de Eugenia y Francisco Rivera a la que Cayetano fue vestido como de soldadito de plomo. Igual nuestro príncipe Felipe no, pero solamente por eso ya se merece el hombre un premio de reconocimiento.