Justin Welby fue entronizado ayer en una ceremonia solemne como nuevo arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, líder religioso de 77 millones de fieles en el mundo.

El príncipe Carlos y su esposa Camilla, el primer ministro británico, David Cameron, y representantes de diversas religiones asistieron al acto en la catedral de Canterbury (Inglaterra), dos días después de la misa de inauguración del papado de Francisco en el Vaticano.

Welby, un antiguo empresario del petróleo de 56 años, casado y con cinco hijos, superó la última etapa de su designación como líder anglicano, tras ser elegido como sustituto de Rowan Williams el pasado 9 de noviembre y después de haber asumido oficialmente el cargo en enero.

Entre otros temas sensibles, el nuevo prelado se enfrentará al debate en seno de la iglesia sobre la ordenación de mujeres como obispos, que fue rechazada en diciembre por el Sínodo anglicano.

Proveniente del ala conservadora de la Iglesia Anglicana, Welby se ha mostrado favorable a mantenerse "firme en la idea de que el matrimonio es una unión de por vida de un hombre con una mujer", si bien hoy mismo admitió que "hay relaciones gays que son sorprendentes en cuanto a su calidad".

Por su parte, el Papa Francisco envió, desde el Vaticano, un mensaje al arzobispo en el que le deseaba lo mejor tras su entronización.