En esos pasados días de èste último y sorprendentemente corto Cónclave en los que tanto se hablado de las condiciones o perfiles del nuevo pontífice, barajándose los temas de la edad con los de la nacionalidad, poco se ha hablado, sin embargo, de la presencia internacional del nuevo papa y de los posibles cambios de criterios o métodos de la diplomacia de la Silla Apostólica.

Numerosas son las razones para pensar que con independencia de la sorpresa sobre la nacionalidad del nuevo Pontífice-el primero en la historia de la Iglesia en ser hispanoamericano, el primero en ser jesuita y el primero en hacerse llamar Francisco, la política internacional de la Santa Sede seguirá siendo la misma. Muchos motivos avalan ésta tesis, ya que la maquinaria diplomática de la Secretaria de Estado-que por ahora gobierna el Cardenal Bertone-. seguirá siendo la misma, aunque es previsible un natural cambio del Secretario de Estado, que no creo equivocarme si pienso que seguirá siendo un italiano, o entrados ya en novedades, un norteamericano.

Sin embargo la Secretaria de Estado, en su Sección Segunda, es decir la que se llama de Relaciones con los Estados,-que corresponde al Ministerio de Asuntos Exteriores de la Santa Sede- seguirá enviando sus instrucciones diplomáticas a sus 106 Nunciaturas en 180 distintos países y organismos internacionales y por su parte 179 misiones diplomáticas seguirán acreditadas ante la Santa Sede y ante el Estado Vaticano.

Tampoco cambiarán la preocupación a ultranza por los derechos humanos de la Silla Apostólica y menos aun con el nuevo Papa Francisco la porfiada defensa de la dignidad del hombre y la mujer. También ejercerá sin duda los mayores esfuerzos en contra de la guerra, de todas las guerras y conflictos en cualquier lugar y su predicación de la paz."Nada se gana con la guerra, todo se pierde sin la paz", es el pensamiento hegemónico pontificio desde Pío XII y Pablo VI. El hambre y la pobreza serán preocupación especial del nuevo Papa

Pero si como hasta aquí queda dicho todo eso no cambiará en substancia, si puede haber ribetes que den un nuevo perfil internacional al Papa Francisco. Juan Pablo II fue un gran viajero, con personalidad propia que podía leer la cuartilla a cualquiera sin movérsele el blanco bonete. Recuérdese la paternal bronca en el aeropuerto de Managua a un cura que se había hecho ministro, o sus intervenciones directas ante el presidente polaco Jarewzelski, por solo poner dos conocidos ejemplos. Benedicto XVI en cambio, por su edad viajaba menos y por su carácter no era propicio a sorpresas

El Papa Francisco, por su procedencia jesuita dará mucha importancia a la formación de la juventud y eso lo veremos pronto en las nuevas Jornadas de la Juventud en Brasil.-.Estoy seguro también que pronto veremos grandes cambios en la Curia, en su estructura, su composición y en sus formas. Por su procedencia iberoamericana estoy también cierto que el Papa Francisco incidirá muchísimo en resaltar los valores de la familia y, como argentino, en la importancia de la democracia y la lucha contra la corrupción. .

El nuevo Papa Francisco seguirá luchando por la dignidad del hombre y la mujer como creación de Dios y por tanto merecedores de ser servidos por todos-incluidos los Estados y la propia Iglesia- como Dios manda. Y esa no es tarea fácil ni sencilla, pero ahí estará su formación de jesuita para no hacerle desfallecer en sus metas. Así sea y que Dios,- como Él ha pedido al pueblo- lo bendiga.

*Embajador de España

Gentilhombre de S.S.