Más del treinta por ciento de los españoles tiene problemas para dormir, de los cuales, un cuatro por ciento padece apnea del sueño, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). A pesar de la alta incidencia de los trastornos del sueño, nueve de cada diez personas que padecen apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, y entre un 60 y un 80% de quienes padecen narcolepsia no están diagnosticados. Emilio Rodríguez Sáez, neurofisiólogo clínico de la Unidad del Sueño del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), advierte de la conveniencia del diagnóstico precoz, ya que si los trastornos del sueño se cronifican pueden ser muy difíciles de manejar. "Hay que acudir al médico tan pronto se note que no dormimos bien y que nos entra sueño de día", aconseja.

El especialista vigués asegura que uno de los principales factores que inciden en los trastornos del sueño son los malos hábitos, que promueve el estilo de vida. "En España dormimos fatal y ni las costumbres sociales ni los horarios laborales ayudan", se lamenta. Precisamente de qué hacer para dormir bien versará la conferencia que impartirá el próximo 21 en el ámbito cultural de El Corte Inglés de Vigo, promovida por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño con motivo del Día Mundial del Sueño, que se conmemora hoy.

Con el lema "Duerme bien, envejece sano", esta organización científica pretende concienciar de la necesidad de cuidar nuestro descanso para prevenir la aparición de trastornos del sueño en un futuro. "Este año la campaña está centrada en el sueño en los ancianos porque además de patologías del sueño pueden tener asociadas otras propias del envejecimiento: artrosis, fracaso renal..., que pueden hacer que duerma peor, a las que hay que sumar que el mecanismo del sueño se va deteriorando con la edad y que al jubilarse, se suele cambiar los hábitos del sueño y al desregularizarlo, puede terminar deteriorándose", explica.

Dos de los trastornos del sueño que aumentan con la edad son el síndrome de las piernas inquietas y el trastorno de conducta en sueño REM, un problema este último que puede estar asociado a enfermedades neurodegenerativas como el párkinson. Según Rodríguez Sáez, el trastorno de conducta en sueño REM, en el que la persona manifiesta comportamientos agresivos mientras duerme, es más común entre los varones y suele manifestarse a partir de los cincuenta años. "No es tanto un problema de cantidad como de calidad del sueño", sostiene el especialista, que también desmonta el mito que vincula el roncar con dormir a pierna suelta. "El roncador no descansa bien, pero además puede tener un problema de apnea si además de roncar presenta otros síntomas como somnolencia diurna, y en este caso lo mejor es acudir al médico porque una apnea puede provocar una cardiopatía", dice.

Este especialista aboga, por tanto, por la prevención como mejor medicina contra los trastornos del sueño, que además de provocar una disminución de la concentración, falta de energía física y alteraciones del comportamiento, puden contribuir a desarrollar otras enfermedades como la diabetes y la obesidad. "El sueño es fundamental porque es el que nos repara", apunta. Por eso, dormir bien es una garantía para envejecer bien.