El obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, se declaró ayer muy emocionado por la elección del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo pontífice, pero también "sorprendido y un poco desconcertado", debido a que el nombre de este cardenal no figuraba en ninguna de las quinielas de los últimos días.

El obispo conoció el nombramiento del Papa al llegar a casa tras oficiar una Eucaristía por un sacerdote difunto en la que, precisamente, pidió una oración especial por los cardenales del cónclave. "Y cuando llegué a casa me encontré con el notición", señaló. La Iglesia, matizó, "no sigue los mismos criterios que otras instituciones, aquí siempre nos sorprende el Espíritu Santo y yo soy el primer sorprendido por el nombramiento".

Tras la fumata blanca en el Vaticano, Lemos Montanet transmitió públicamente su ilusión porque ya se haya resuelto la sucesión del sumo pontífice, y además en la quinta votación, lo que sitúa a este cónclave como "uno de los más breves de los últimos 50 años". El obispo mostró un portarretratos con el símbolo de la sede vacante desde que Benedicto XVI anunció su renuncia al Papado y en el que pronto lucirá la imagen de Francisco, nombre elegido por Jorge Mario Bergoglio para su pontificado. Lemos Montanet se preguntaba ayer si Bergoglio habría elegido el nombre por Francisco de Asís o por el santo Francisco Javier, fundador de los jesuitas.

Leonardo Lemos espera de este nuevo Papa que prosiga la línea de los últimos pontífices, y en especial la marcada por Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, en una "apuesta por la nueva evangelización y por cuidar la relación entre fe y cultura". El obispo de Ourense cree que Francisco estará muy presente en los medios de comunicación y que se preocupará, "como ya lo hizo en su Archidiócesis de Buenos Aires, de la situación del clero y de las vocaciones sacerdotales, que son temas que preocupan a todos los obispos y más aun al de Roma".