Supuesta hija de Juan March, Ana María Gallart (Palma, 1947) encontró a los 32 años unos documentos de su padre adoptivo y se enteró de que podía ser hija de Juan March Ordinas, pero por respeto no hizo nada y dejó pasar el tiempo. Ahora ha logrado la exhumación de sus restos para cotejar el ADN.

-¿Quién fue la primera persona que le dijo que usted era hija de Juan March?

-Bueno, no hubo esa primera persona, simplemente cuando yo tenía 32 años descubrí en casa unos papeles de mi papá (adoptivo), que indicaban que era él (March) el causante de nuestro nacimiento, mío y de mi hermana. Porque descubrí también que tenía una hermana gemela, pero no sabía si estaba viva, si estaba muerta, ni tampoco sabía nada de mi madre biológica... Y nada, no hice nada porque yo entonces estaba muy bien y ya les dije a mis papás que no me iba a sofocar ni iba a averiguar nada mientras ellos estuvieran vivos. Cogí la carpeta con los papeles, la guardé y no volví a tocar el tema.

-¿Nunca habló con su padre adoptivo sobre el financiero?

-No, no. Yo quería mucho a mi papá y no quería hacerle sufrir, para mí era el único que yo tenía reconocido. Él fallece en 1991, yo tenía ya muchos problemas familiares, me había separado de mi ex marido..., tuve una época un poco turbia mía. Entonces conocí a mi pareja actual, y fue el que hace cinco años me empujó a buscar mis orígenes. Y a partir de ahí, con viajes a Palma, empiezo a ir a los Servicios Sociales, Juzgados... y a indagar. Y por casualidad hace dos años y pico me encontré con una carta de mi papá. Porque yo había preguntado a mi mamá que dónde estaban los papeles que yo había visto, y me dijo que para que yo no me enterara de nada había roto todos los papeles. En Palma, en el notario, pude obtener una copia de la escritura de adopción, de 1959.

-¿Y qué le decía en esa carta?

-Allí lo indicaba todo, que como él ya había muerto, se había quitado el secreto que tenía con el cura que me dio en adopción y ya me lo puede decir, para que yo pueda hacer con ella lo que quiera; pero, claro, he tardado veinte años en encontrarla. Por eso digo que si yo hubiera tenido el interés en vez de dejar las cosas como estaban, me hubiera guardado la primera documentación que encontré, que era oficial; pero no quería complicarles la vida a mis papás ni me interesaba el dinero. Se lo consulté a un abogado amigo mío, y me dijo que el que se dedicaba a estas cosas, el mejor era el de Sevilla (Fernando Osuna). Yo le dije: "Pero yo no tengo un duro, ¿eh?"; pero me dijo: "Tú habla con él, y dile todo lo que tienes", y fue lo que hice.

-Imagino que la juez ha visto esas cartas.

-Claro, claro, eso y más documentos, y algunas cosas más de personas de Palma que he encontrado. He encontrado a gente en Mallorca que conoció a mi madre y han declarado lo que sabían sobre la historia. Entonces con todo esto se ha llegado al levantamiento del cadáver de este hombre, y ahora sabremos si de verdad es mi padre, todo lo que estas personas afirman; y si no lo es, pues nada, yo seguiré mi vida y mi marcha, que no tengo ninguna ambición, sinceramente, mi ambición es ayudar a todos los que me están ayudando y mejorar la situación de mis hijos, la mía..., y no te creas que mucho más, no va a cambiar mucho mi vida, yo con mi marido soy muy feliz, y es lo único que quiero.

-¿Su madre tuvo más hijos, aparte de ustedes dos?

-Sí, de su primer matrimonio tuvo dos hijos, pero ya fallecieron. Por parte de mi madre están todos en el cielo, todos: ella, su hermano, mis hermanos..., pero sí que tengo claro quién fue. En Servicios Sociales (del Consell de Mallorca) nada más llegar la primera vez que vine a por papeles me dieron dos medallas que tenían guardadas, ¡sesenta y dos años!, en nuestros expedientes, con las iniciales mías y de mi hermana gemela, y luego ya me puse en los Juzgados y conseguí los papeles.

-De March se ha dicho siempre que tuvo más hijos extramatrimoniales, pero que a todos...

-Lo sé, y que aunque no los ha reconocido con apellidos, les ha ayudado económicamente.

-¿Por qué entonces en su caso no habría ocurrido esto?

-Siempre he pensado, y con arreglo a todo lo que he sabido y he podido contrastar, que mi padre no se enteró de nuestra existencia, que fue una tapadera entre dos familiares de él, que estaban al lado, porque tú ten en cuenta que en esa época mi padre (March) viajaba muchísimo, estaba para arriba y para abajo y ahí (en Palma) paraba poco.

-Bien, pero si había gente que le dijo a su padre adoptivo que usted era hija de Juan March era porque eso se sabía, y extraña que no le llegara a él...

-Sí, claro, el del asilo, él sabía (el cura que dirigía el orfanato) que tenía ingresadas dos niñas y ya le dijeron que a ver con qué familia las metía, pero, insisto, la relación que mi papá tuviera con este señor, pues, la verdad, que yo tampoco lo sé. He aclarado un poquito, pero prefiero guardarlo, lo que pone en la carta ellos ya lo tienen (el Juzgado) en el sumario.

-¿La familia March ha contactado con usted para algo?

-Sí, hace un mes o así, cuando ya teníamos fecha y todo para la exhumación, me llamaron para decir que desistiera, que ellos sabían de sobra que yo no era hija..., y yo les dije que ni ellos ni yo sabíamos si era hija o no, porque ninguno de nosotros habíamos estado allí. Que yo tenía información, documentación, y sobre eso quiero certificar si soy o no soy, ¿que no soy?, pues, hala, como hasta ahora ¿Que soy? Pues, mira, yo creo que mucha gente lo va a agradecer, porque mi idea es ayudar a muchas personas, a todas las que pueda. A mí me ha dolido bastante que haya tenido que llegar este momento, aunque la familia no lo crea, pero es que la exhumación era la única forma de demostrar si de verdad soy hija de Juan March, porque una cosa son los indicios y los papeles, y otra la prueba del ADN, y quiero pisar en el suelo.