Busque tiempo hoy a las ocho de la tarde, porque Sir Anthony Leggett va a explicar en una conferencia en Santiago, dentro del Programa ConCiencia de la Universidade de Santiago, por qué ese elemento tan trascendental en nuestras vidas "no puede ir hacia atrás". El tema fascina al científico, quien, no obstante, recibió el Nobel por sus contribuciones "pioneras" a la teoría de los superconductores (que no oponen resistencia a la corriente eléctrica) y los superfluidos (que carecen de viscosidad).

-¿Qué aplicaciones prácticas tienen sus investigaciones?

-En la superconductividad a altas temperaturas trabajamos para mejorar los superconductores conocidos y, en una línea más ambiciosa, descubrir otros nuevos a temperatura ambiente. Si lo logramos, supondría una revolución en el mundo del transporte eléctrico y tendría repercusiones importantes en otros campos.

-Hablando de energía, ¿queda lejos la fusión nuclear?

-Si pudiéramos lograrla, podríamos cubrir las necesidades del planeta en el futuro. Mucha gente lleva años intentándolo, pero en la práctica parece extremadamente difícil, sobre todo desde el punto de vista de la ingeniería.

-Estudia cómo mejorar la conductividad de la electricidad con cables, pero, ¿podremos conseguirlo sin ellos?

-¿Con microondas? Puede ser posible. Algunas ideas que se barajan sobre el aprovechamiento de la energía solar del espacio las utilizarían. De hecho, estoy implicado en un pequeño proyecto que investiga esa posibilidad. Parece distante, pero no es impracticable.

-¿Cuál es, a su juicio, las preguntas más importante a la que debería responder la ciencia?

-Están en el terreno de la neuropsicología, que tiene una mayor influencia directa en la felicidad humana que la física. En la física, creo que en la cosmología viviremos una auténtica revolución en los próximos 30 años. Por ejemplo, hay observaciones que muestran que la expansión del universo se está acelerando y algunos invocan la materia oscura u otras razones para explicarlo. Me parece que esas podrían no ser más que tiritas para un problema que creo que es mucho más profundo y quizás requiera abandonar algunas ideas fundamentales en cosmología.

-Los avances científicos, ¿acabarán por eliminar las guerras?

-Sería bonito, pero creo que somos prisioneros de nuestra biología. Vista la historia de la humanidad y sus errores, soy escéptico.

-¿Puede ver, como Stephen Hawking, al ser humano expandiéndose por la galaxia?

-No lo creo. Pese a que se han descubierto exoplanetas que tienen condiciones que podrían ser apropiadas para la existencia humana, si ocurre una gran catástrofe, no creo que la solución espacial llegue a tiempo para ayudarnos. No obstante, todavía podemos hacer mucho con las misiones espaciales. Si las circunstancias económicas mejoran, sería bueno poner a un astronauta en Marte, por ejemplo.

-¿Qué le preocupa más: la superpoblación o el calentamiento global?

-Ambos problemas están interconectados: más gente requiere más energía. Hay evidencia suficiente, pese a que debemos ser cautos con los modelos de predicción, de que hay un calentamiento global provocado por la actividad humana y deberíamos tomar medidas, enfocadas sobre todo al ahorro de energía.

-Antes de ser físico, iba para humanista, y siempre destacó la importancia de la filosofía. ¿Por qué no se deberían reducir las horas de clase de esta materia?

-Mi formación en filosofía ha contribuido a no dar por hechas muchas suposiciones que muchos de mis colegas aceptan y me ha ayudado a intentar formular ciertas cuestiones en mi área de investigación. Una población bien educada, con una formación en filosofía, es esencial para mantener la conciencia general. Pero no sé cómo cuantificarlo para convencer a los políticos de su utilidad.

-La física actual se basa en axiomas casi religiosos. ¿Deberían ser puestos en cuestión?

-Más que hablar de religión, diría que hay cuestiones en física que son semifilosóficas y los científicos ya las ponemos en cuestión. Muchos de los asuntos más profundos en física son aquellos en los que no sabemos qué preguntas debemos plantearnos, y muchas de ellas están relacionadas con la "flecha del tiempo", que funciona en una sola dirección.

-¿Solamente en una?

-Tal vez en el futuro se puedan localizar zonas del espacio donde el tiempo vaya hacia atrás, pero es una especulación que genera controversia y que debatiré hoy. Aunque la "flecha del tiempo" parece unidireccional, creo que en algún sentido es posible la existencia de "islas" en donde, de algún modo, el tiempo se revierta, pero serían pequeñas. Lo interesante sería saber cuál es su significado.