Cuatro días después de que la Iglesia entrase en Sede Vacante, los cardenales se reunirán por primera vez hoy para preparar el cónclave del que saldrá el sucesor de Benedicto XVI, sin que, de momento, destaque la figura de un candidato fuerte.

Si en el cónclave de 2005 desde el primer momento despuntaron los cardenales Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVI, y Carlo María Martini, aunque éste estaba ya enfermo de parkinson, en el próximo, que previsiblemente comenzará el 11 de marzo, no se ven figuras destacables y según los observadores vaticanos hay una fuerte fragmentación en el Colegio Cardenalicio.

Esa fragmentación también se ve, aseguran los vaticanistas, en el hecho de que incluso grupos fuertes, como son tradicionalmente los italianos, los estadounidenses e, incluso, los latinoamericanos, están divididos y, de momento, no tienen un candidato que apoyar.

Los escándalos de filtración de documentos reservados de Benedicto XVI y del Vaticano, conocido como "Vatileaks", pueden dañar las candidaturas italianas, precisan los vaticanistas, ya que la gran mayoría de los documentos desvelados se refieren a casos internos italianos y enfrentamientos entre miembros italianos de la curia. El dossier del "Vatileaks" preparado por los tres cardenales -octogenarios y que por tanto no podrán entrar en el cónclave- sólo lo conocen ellos y Benedicto XVI.

El Papa emérito decidió que esa documentación esté "exclusivamente" a disposición del próximo pontífice, lo que evita que quede archivada, como se hace tras la muerte o renuncia de un Papa, cuando todo el material del pontificado queda archivado para su estudio y no se publica hasta pasados bastantes años.

Ante la posibilidad de que los tres cardenales, entre ellos el español Julián Herranz, informen a los otros purpurados durante las congregaciones (reuniones preparatorias) que comienzan hoy, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, señaló que los purpurados "sabrán en qué medida podrán y deberán dar información" a quienes se lo pidan.

En Roma están ya cerca de 150 cardenales, de los 207 que componen el Colegio Cardenalicio y se espera que el resto lleguen entre el 4 y 6 de marzo.

De los 207 cardenales, 117 tiene menos de 80 años y el resto superan esa edad. La normativa vaticana contempla que sólo pueden entrar en la capilla Sixtina, lugar del cónclave, los purpurados con menos de 80 años. Los otros, aunque no puedan votar, sí pueden ser elegidos pontífice y participar en las reuniones preparatorias.

De los 117 electores, dos han anunciado que no participarán en el cónclave, el indonesio Julius Darmaatmadja, por enfermedad, y el británico Keith O'Brien exarzobispo de Edimburgo acusado de "comportamiento inapropiado".

No se descarta que tampoco asistan a las reuniones preparatorias algunos de los cardenales que superan los 80 años, por motivos de salud. Ya este fin de semana, los que están en Roma han mantenido reuniones privadas, que han permitido que se conozcan mejor y en la que han comentado la situación de la Iglesia y diseñado el perfil del próximo papa, que -coinciden la mayoría de ellos- debe ser "relativamente joven", para guiar con energía la Barca de Pedro.

Rezos en la catedral de Tui por Benedicto XVI - El templo tudense acogió el oficio de acción de gracias por el pontificado de Benedicto XVI, un Papa que se ganó el corazón de la gente. El obispo de Tui-Vigo, monseñor Luis Quinteiro Fiuza, presidió la eucaristía y en su homilía destacó la humildad y honestidad intelectual y humana del Papa emérito, valiente en los momentos difíciles. El hecho histórico de esta transición en la Iglesia, que coincide con cambios profundos en la sociedad, fue otro de los enfoques del discurso del prelado ante los fieles, entre ellos el alcalde de Tui y miembros de la corporación municipal.