La lista de espera de casi dos años que se encontraban las parejas o mujeres solas que acudían a la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Xeral de Vigo (CHUVI) en busca de ayuda para tener un hijo se verá reducida en los próximos meses gracias a la nueva unidad del Hospital Clínico de Santiago (CHUS), que va a comenzar a recibir a los pacientes de Pontevedra y O Salnés, que hasta ahora también estaban adscritos a la consulta de Vigo. "Esto va a suponer un respiro para nuestra unidad, que seguirá acogiendo a los pacientes de Ourense y, por supuesto, de Vigo", adelanta el doctor Domingo Vázquez Lodeiro, jefe de la unidad que atiende unos 300 nuevos casos al año.

De este modo, en estos momentos Galicia cuenta con tres centros de referencia para la realización de la técnica de fecundación in vitro (FIV): Vigo, Santiago y A Coruña, mientras que las inseminaciones artificiales conyugales se realizan también en otros centros como el Hospital de Ourense y el de Pontevedra, lo que alivia a los tres centros referenciales.

En las tres unidades, la edad máxima para admitir a una mujer son los 40 años, una edad límite que cada vez es más habitual en la consulta. "La franja de edad de nuestras pacientes cada vez está más cerca de los 40 y es un problema porque a partir de los 35 años la reserva ovárica de la mujer empieza a disminuir y lo hace muy bruscamente a partir de los 38, además de ser óvulos de una menor calidad, lo que provoca que la tasa de embarazo caiga en picado", advierte el ginecólogo.

La Unidad de Reproducción Asistida de Vigo se creó en 2001 y, desde entonces, ha realizado un total de 3.585 ciclos de inseminación artificial conyugal (IAC) -aquella que utiliza semen de la propia pareja-, 811 ciclos de inseminación artificial de donante (IAD) -con semen de donante- y 2.820 trasferencias de fecundación in vitro (FIV). Las más altas tasas de embarazo se consiguen con esta última técnica y rondan el 33,3%, "una media que nos sitúa muy a la par de la media europea, que se encuentra en el 32,8%", apunta Vázquez Lodeiro. La Unidad del Xeral es una de las poquísimas de España que cada año envía sus datos al Registro de Reproducción Asistida de la Sociedad Española de Fertilidad y su buena praxis y transparencia le han valido el Premio a la Calidad del Ministerio de Sanidad.

En cuanto a las tasas de embarazo para la inseminación artificial conyugal, en mujeres menores de 40 años, el CHUVI se sitúa en un 9,3%, una media que asciende al 16,7% cuando se realiza con semen de donante.

La unidad de Vigo, como las del resto de España y Europa, apuestan por la reducción del número de embriones transferidos en la FIV por ciclo. "Se tiende a la transferencia de un único embrión para evitar los partos múltiples, pero también hay que tener en cuenta que la tasa de embarazo aumenta cuando transferimos dos, por lo que lo más habitual esta opción que, además, suele ser la preferida por parejas mayores que llevan mucho tiempo esperando y ven que esta puede ser su última oportunidad", explica el ginecólogo.

Vázquez Lodeiro teme que la crisis económica recorte algunas de las prestaciones que actualmente ofrece la Unidad de Reproducción Asistida. Especialmente peligran los casos de hombres a los que se practicó una vasectomía y que, después, tienen una nueva pareja y deciden tener un hijo. "En estos casos, que son bastante habituales, realizamos biopsias testiculares de las que se extraen los espermatozoides necesarios para fecundar el óvulo de la mujer", describe el ginecólogo. "Esta técnica, que se puede realizar en hombres de hasta 55 años, es una de las que más peligra su continuidad en el sistema nacional de salud", advierte. Sí que se seguiría ofreciendo en los casos de lesionados medulares o para hombres con eyaculación retrógrada (cuando el fluido que va a ser eyaculado en lugar de salir a través de la uretra se redirecciona hacia la vejiga). La misma suerte pueden correr los casos de mujeres con ligadura de trompas que deciden después (normalmente al cambiar de pareja) tener un niño.