Ángela de la Cruz (A Coruña, 1965) es una referencia internacional en el arte. Ha conseguido luchar contra una dolencia que le dio más ganas de crear tras una hemorragia cerebral. Desde Londres, donde vive, explica que su "recuperación es muy lenta desgraciadamente", aunque "está bien". Sobre su exposición en Milán, su pasado en Galicia y su último trabajo en Viena, escribe.

-¿Hay trazas de su pasado gallego en el desarrollo de su discurso artístico?

-En Galicia, viví 22 años. Influyó un montón en el trabajo que hago actualmente. Trato de ir a una vez al año; aún tengo muchos amigos y familiares allí. Yo estudié en la Universidad de Santiago y me encanta la ciudad.

-Los críticos destacan su "perfeccionismo".

-Perfeccionismo quiere decir que mi trabajo es muy professional y yo, como persona, también lo soy. A mí, me gustan las cosas bien hechas, no a medias. Mi trabajo tiene que ser muy claro y limpio por que al final del día es mi lenguaje. No tiene nada que ver con mi vida personal.

-¿Cuáles son sus proyectos?

-Estoy concentrada en mi nueva exposición individual en la galería Lisson de Milán del 3 de abril al 17 de mayo. Se titulará "Burst". Estoy muy ilusionada porque estoy utilizando material nuevo que nunca había utilizado antes. Se llama Jesmonite y tiene una base de aluminio. Funciona como si fuese una mezcla entre escayola y una especie de resina de poliéster.Será una mezcla de pinturas y esculturas en diferentes tamaños, toda en blanco, como referencia al color del luto en muchas culturas. Esta exposicion va dedicada a la memoria de mi amigo Víctor Vázquez Gundín. Con ella, quiero expresar que, a pesar de todo lo que pasamos, hay que seguir a delante. El título (Burst, a punto de estallar) implica que todo sigue adelante, pero la procesión va por dentro.

-Parece distar de su última exposición en Viena, "Wet", donde trabajó con objetos con agua sucia.

-Cuando hice Wet la verdad es que hacía más referencia al cambio climático que estamos experimentando, las inundaciones extremas como Sandy o Katrina. Es un aspecto que me preocupa mucho y está muy presente en mi generación. Quería que el trabajo representara esa preocupación por el cambio climático de alguna manera. Wet también quiere decir húmedo que es una referencia muy sexual.

-Ahí reflexionaba sobre la supervivencia. ¿Qué quedará tras esta crisis?

-No lo sé. Creo que es un buen momento para hacer trabajo. De la crisis, tiene que salir algo positivo. Me da pena porque a los artistas y a las instituciones culturales les esta resultando casi imposible sobrevivir. Pero creo que en Galicia y en España hay mucha creatividad. De esta tenemos que salir de alguna manera.

-¿Conoce la situación del MARCO donde expuso en 2004?

-Sí, estoy al tanto de lo que está pasando y es una vergüenza. Parece mentira que el gobierno esté recortando tanto, es increíble. Esoy totalmente en contra de estos recortes. Y lo siento muchísimo por museos como el MARCO porque hacen una gran labor y espero que puedan seguir haciéndolo en el futuro.

-¿Qué ha supuesto la nominación al Turner en 2010? ¿Más presión a la hora de crear?

-Para mí, supuso un reconocimiento general de gente que no me conocía. No tengo ninguna presión, todo lo contrario, me siento muy libre creando. Los medios, finalmente, me han dejado trabajar en paz.

-Si, tras formarse en Reino Unido, hubiera regresado a Galicia, no habría alcanzado ni la mitad de lo que ha logrado en el arte.

-Sí, estoy totalmente de acuerdo.