Nombres como Antoni Muntadas, Daniel Canogar o Santiago Sierra llevan el arte realizado por artistas españoles en el mundo exponiendo en museos, centros y galerías extranjeros cada año. Los tres forman parte del listado de los 25 artistas españoles vivos con más relevancia internacional, según Arteinformado. En ese ranking especial de 2012 -donde se figura si, al menos, se tuvieron dos exposiciones relevantes fuera del país de origen- se encuentran dos artistas nacidos en Galicia: Ángela de la Cruz y Pedro Barbeito.

Este último nacido en A Coruña en 1969, reside en Nueva York, y el pasado año tuvo exposiciones individuales en el Aldrich Contemporary Art Museum, en la localidad norteamericana de Ridgefield; así como en la galería C24 de Nueva York.

Para el Aldrich Museum, donde expuso de julio a septiembre pasados, Barbeito preparó una especie de retrospectiva de su obra desde el año 2005 hasta la actualidad con el hilo conductor de pinturas que muestran la guerra con imágenes procedentes de los medios informativos así como de entretenimiento norteamericanos, fijándose en "el rol formativo de la violencia", señala el propio centro museístico.

"La pintura, desde el comienzo de la historia, ha sido la representación del mundo a través de imágenes", escribió Barbeito para esta exposición. Por ello, sus cuadros "representan nuestro mundo actual, explorando la relación entre la imagen digital, la cultura en su sentido global, y la historia de la pintura", echando mano de las imágenes violentas de comics, videojuegos, cine o televisión.

Para la galería neoyorquina C24, Barbeito se propuso mostrar trabajos realizados desde 1997 en los que "investiga el impacto de la imagen digital en el lenguaje y la historia de la pintura, al tiempo que encara los éxitos y fracasos de tecnología y ciencia. Los cuadros presentan el imaginario del universo como agujeros negros, nacimientos de estrellas y otros fenómenos que son visualizados en diferentes formas", alterando Barbeito su representación de igual modo que la imagen digital ha alterado nuestra preconcepción del mundo", señala la galería.

Otra artista de origen gallego con relevancia internacional durante el pasado año fue Ángela de la Cruz cuya obra se caracteriza por rechazar el tradicional lienzo para desarrollar esculturas nada convencionales con las que somete al espectador a una catarsis.

"Sus piezas -señalan desde la galería vienesa Krinzinger, donde expone de forma asidua y con la que ha estado en ARCO, Madrid, en varias ediciones- son físicamente violentadas" para mostrar "un asalto aparentemente agresivo" pero que, al final, muestra un "humor oscuro". Precisamente, una de sus exposiciones el pasado año se desarrolló en este espacio artístico austríaco bajo el título de "Wet", húmedo.

La que había sido la primera directora del MARCO, museo donde expuso en 2004 parte de su trabajo De la Cruz, ha señalado de esta artista que "la tenacidad" es la palabra que mejor la describe, al tiempo que reconoce lo "difícil" que es clasificar su obra en la que hay una visible falta del gesto pictórico, al tiempo que trata el lienzo como si fuese un trozo de ropa, bajándolo de su pedestal.

En 1996, inició un giro rompiendo por primera vez una obra, colocándola en la esquina de la galería sobre el suelo; para después empezar a deconstruir sus pinturas, llegando incluso a maltratarlas al retorcer sus materiales como queriendo exprimir un jugo, un resultado, que nadie anteriormente había buscado.