La Unión Europea inició ayer una campaña para determinar el alcance del fraude de la carne de caballo vendida como de vacuno que se extenderá al menos durante un mes y que realizará un total de 2.250 pruebas de ADN a alimentos procesados. El número de análisis por países se ha repartido en función del peso del mercado cárnico en cada uno de ellos y España, junto a países como Francia, Reino Unido e Italia, deberá hacer el máximo asignado por Estado miembro: 150.