Ser testigo o receptor de la intimidación en el trabajo aumenta el riesgo de que se recete a los empleados antidepresivos, pastillas para dormir y tranquilizantes, según los resultados de una investigación publicada en "British Medical Journal Open". Los investigadores analizaron a 6.606 empleados públicos, entre 40 y 60 años, que trabajan en Helsinki (Finlandia). Uno de cada 20 empleados dijo que estaba siendo intimidado, más en el caso de las mujeres, una de cada cinco (18%). Asimismo, el acoso laboral se asoció con recetas de drogas psicoactivas, tanto en hombres como en mujeres.