"El futuro pasa por un gran desarrollo de la Nanotecnología, que deberá aumentar nuestra calidad de vida, y que tiene grandes retos que cubrir en el aspecto terapéutico, sensores remotos, medicina regenerativa, terapias dirigidas y un sinfín de aplicaciones en muchos otros ámbitos", dijo ayer en el Club FARO África González, catedrática de Inmunología y directora del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Vigo.

Presentada por Asunción Longo, vicerrectora de Investigación de esta Universidad, afirmó que en los próximos años la mitad de la industria farmacéutica se basará en la nanotecnología. Una pregunta sirvió de título a su charla: "¿Es la nanomedicina una nueva ciencia?" . Y comenzó por explicar su significado básico. "La Nanotecnología se centra en elementos de tamaño nanométrico (mil millonésima parte de un metro, o 1 millón de veces más pequeño que un pelo), que requiere de equipos muy sofisticados para verlos, usarlos o producirlos. Existen compuestos nano ya en la propia naturaleza (ceniza de volcanes, algunos minerales, vapor del océano), y también aparecen en los procesos de combustión (humo de los coches), pero en los últimos años el gran desarrollo de la nanotecnología está permitiendo diseñar "a la carta" diversos productos de tamaño nanométrico."

Según explicó África González, "la Nanomedicina cubre distintos aspectos en el ámbito médico tales como la terapia de enfermedades (terapia dirigida, liberación controlada, hipertermia..), nuevos métodos de diagnóstico (tanto in vitro como in vivo), desarrollo de nuevas vacunas, o también en lo que comemos (alimentos, procesado, conservación) o en el medio ambiente. Dentro de la terapia, la Nanomedicina pretende disminuir la toxicidad de muchos fármacos, mejorar su llegada a las dianas donde tienen que actuar, dirigirlas de forma específica, reducir el número de administraciones y dosis o incluso combinar diagnóstico con terapia".

La directora del Cinbio, que intentó y logró mantener un discurso apto incluso para quienes no saben nada de esta ciencia de futuro, puso algunos ejemplos del uso actual de nanoestructuras, de los que seleccionamos unos cuantos. "Por ejemplo -dijo- para disminuir los procesos de alergias a algunos fármacos. Un fármaco antitumoral que producía alergia por los solventes que llevaba, se le rodeó de una cubierta de tamaño nano, y ya no produce alergia. Otro es para tratamiento local de tumores cerebrales. Nanopartículas magnéticas se aplican localmente en el tumor, se aplica posteriormente un campo magnético que hace vibrar a las nanopartículas generando calor que mata a las células tumorales. También sirven para localizar tumores o metástasis empleando agentes de contraste o para aumentar la eficacia de un fármaco, llevando el fármaco a la célula que nos interesa (uso de anticuerpos)".

Desarrollar métodos de diagnóstico sencillos y rápidos empleando anticuerpos es otra aplicación de la nanotecnología, válida así en test de embarazo, identificación de tumores, conocer los grupos sanguíneos, búsqueda de microorganismos, seguimiento en pacientes infectados por IV, estudio de alergias?

"Pero podemos añadir más -dijo- y hablar de medicina regenerativa en la reparación de huesos, cartílagos? mediante el empleo de materiales que sirven como "andamio" para que crezcan las células (hueso artificial). O para una mejor conservación de los alimentos, que permita evitar el uso de preservantes e incluso para una energía más verde y que perjudique menos al ambiente aunque hay que estar atento a posibles efectos secundarios no previstos"".

Y las vacunas, otro campo. "El reto es lograr vacunas más eficaces que no requieran de inyección. De hecho nuestro grupo colabora en un proyecto interconecta con las empresas CZ veterinaria y Biofabri de Porriño, junto la spin off Nanoimmunotech y Nanogap y grupos de investigación de la Universidad de Santiago para desarrollar una vacuna efectiva frente a la cistitis producida por la vacuna Escherichia coli. Se compararán vacunas tradicionales con vacunas que incorporen elementos nano".