La profesora de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, Catherine Davies ha estudiado la obra de Rosalía de Castro profundizando en esos retazos literarios desconocidos e incluso olvidados por el gran público, esos que van más allá de la poesía de la autora. No es la única experta extranjera absorbida por la magia de la poetisa. Lou Charnon, de la Universidad Estatal de Nueva York, así como Andrew Ginger, de la Universidad de Bristol, también ha profundizado en el universo prosístico rosaliano. Sus conclusiones, así como las de otros colegas, podrán conocerse el lunes en un simposio en Santiago de Compostela que tiene como fin desvelar esas caras menos conocidas de la escritora.

Tanto Charnon, como Ginger como Davies han encontrado en la prosa de De Castro un filón para la investigación, alimentada desde Galicia por profesoras del Grupo de Investigación Rosalía de Castro, especializado en la obra narrativa de la autora.

En él, trabaja María do Cebreiro, profesora de la Universidade de Santiago, quien explica que el simposio servirá para exponer los hallazgos realizados por el grupo en los últimos dos años. "Este simposio será o peche do grupo nesta primeira fase. Non obstante, o grupo seguirá en activo, seguirá traballando intentando captar fondos para continuar", señala Do Cebreiro.

Esta profesora reconoce que la poesía de Rosalía de Castro ha sido canonizada, pero no así la obra narrativa, muchísimo menos conocida. "Rosalía ten unha narrativa interesante, suxestiva", añade una persona que reconoce que tanto el fin del Grupo de Investigación como del simposio es la "internacionalización de Rosalía".

Esta externalización ya ha sido iniciada gracias, opina María do Cebreiro, a la labor de los lectorados (profesores de gallego en las universidades del extranjero) que han llevado a otros estados el interés e incluso la pasión por los textos de una autora a la que el idioma y la cultura gallegas deben mucho.

Entre las conclusiones obtenidas del estudio de la prosa de De Castro, María do Cebreiro destaca la evidencia de que la autora, además de escritora, era una gran lectora. En el siglo XIX que le tocó vivir, comenzó a generarse la lectura entre las mujeres en el país, no obstante, en el caso de Rosalía (1837-1885), se trata de una pasión que evidencia un tremendo gusto por un más o menos coetáneo Edgar Allan Poe (1809-1849).

"Cando se le a narrativa de Rosalía, vense as influencias literarias", señala María do Cebreiro quien cree que "o rosalianismo vive unha época dourada", debido a la cantidad de investigadores autóctonos y foráneos interesados en analizar su obra.

Este interés contrasta con el desconocimiento generalizado de la población sobre su narrativa, considerando que se debe, en parte, al olvido en los centros de enseñanza de la bibliografía rosaliana que no es poesía. Por encima, la profesora María Do Cebreiro señala que falta una recopilación con estudio exhaustivo y crítico de su narrativa, una asignatura pendiente en la edición gallega actual.