El incendio en la provincia de Málaga ha sido declarado controlado a media noche de hoy en el frente cercano a la localidad de Ojén, según han informado a Efe fuentes del dispositivo de prevención y extinción de incendios de Andalucía, Plan Infoca.

Mas de 400 efectivos humanos continuaban de madrugada en las labores de extinción en las distintas zonas afectadas por el fuego, 200 pertenecientes al Inforca, 140 militares y 50 bomberos de localidades cercanas.

Ocho medios aéreos han ido incorporándose progresivamente desde las siete y media de la mañana a la lucha contra el fuego entre las localidades malagueñas de Monda y Coín.

La carretera A-355, que conecta las localidades de Marbella y Ojén y que permanecía cortada a consecuencia del gran fuego que afecta a la provincia de Málaga, ha abierto esta mañana, por lo que los vecinos podrán volver al municipio que fue desalojado este pasado viernes.

La apertura de la vía, cerrada entre los kilómetros 25 y 35, se ha producido a las 10.00 horas de este sábado, según han informado a Europa Press desde el Infoca.

El foco más problemático del incendio que se declaró ayer en la provincia de Málaga ha pasado a ser la zona entre Coín y Monda tras haberse alejado de Ojén, según ha informado el consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas.

Planas ha añadido que mañana podrá dar datos sobre número de hectáreas dañadas por el incendio en Málaga, que ha causado la muerte de un británico de 78 años.

Desalojados "con lo puesto"

Los 4.100 vecinos de Ojén, en plena Sierra Blanca, antesala de la Sierra de las Nieves, tuvieron que ser evacuados en la madrugada de ayer. Dejaron sus casas «con lo puesto». Las llamas llegaron al paraje del Juanar, de altísimo valor ecológico, a media mañana del viernes, y hubo que desalojar los dos hoteles. El fuego se dirigió entonces hacia Istán. De hecho, la Junta no garantizó a última hora de la noche la seguridad de los vecinos, y el pueblo permaneció desierto.

En Marbella, fueron desalojadas las urbanizaciones de La Mairena, Elviria Hills, El Rosario, Ricmar, Las Palmas del Prado, Los Molineros y Los Altos de Marbella. En total, 2.000 personas fueron evacuadas. El incendio se acercó peligrosamente al puesto de mando avanzado, junto al Hospital Costa del Sol; de las urbanizaciones marbellíes pasó a Ojén. En total, 2.000 evacuados en una madrugada que se recordará por mucho tiempo.

En Mijas, las escenas fueron «dantescas», según testigos presenciales. Miguel Ángel Navarro, inspector de Franjus Security, se desplazó a Calahonda para ayudar a sus compañeros a evacuar habitantes. Muchos de ellos no querían irse de sus casas, pese a que las llamas acosaban sus pertenencias. Los cristales saltaban y las llamas devoraban los coches. «Nadie se esperaba que el fuego se desplazara tan rápido, había mucho viento y nadie recogió nada», dice. Se fueron con lo puesto.

Lágrimas y vecinos en shock mirando sus pertenencias. Ni siquiera el Consistorio mijeño se atreve a dar una cifra de desalojados, aunque Navarro cree que un millar en varias urbanizaciones. En El Rosario, en Marbella, donde también varios vigilantes se sumaron, junto a la Policía Local o la Guardia Civil, a las labores de extinción, quedaron calcinados veinte chalés, y afectados otras decenas; seis o siete en Calahonda.

El Consistorio mijeño no se atrevió a dar una cifra de las hectáreas afectadas, pero aseguró que en torno al 7,5% de su territorio resultó calcinado. Calahonda, Puerto de los Gatos, Entrerríos y el diseminado de Río de Ojén resultaron afectados y miles de personas evacuadas. La cifra de 6.000 podría quedar pulverizada en las próximas horas. La orografía del terreno dificultó la lucha contra las llamas, según el regidor mijeño. Animales de compañía y ganado perecieron por el fuego, y más de 300 personas pasaron la madrugada del jueves al viernes en algunos de los cuatro puntos de acogida del municipio: el polideportivo o el albergue de La Cala, el hotel del hipódromo Costa del Sol y el polideportivo de Las Lagunas. La iglesia de Calahonda acogió a cincuenta vecinos.

La Cruz Roja estableció zonas de campamento y albergue en Monda, donde se instaló a 200 personas; una decena de familias fueron desalojadas en esa localidad; en Marbella se habilitó un polideportivo con 380 plazas.

Más de 1.000 efectivos participaron en las tareas de rescate, incluida la Unidad Militar de Emergencias (UME). Había una treintena de medios aéreos, entre aviones y helicópteros.

Por la mañana, incluso, se reavivó el fuego en Barranco Blanco, pero en Alhaurín el Grande el incendio quedó controlado. Sesenta familias fueron evacuadas en Coín el jueves. Las tareas se centraron durante todo la jornada en estabilizar las llamas en la zona urbana para que todo el mundo pudiera volver a sus casas. Las prisas iban encaminadas a lograr estabilizar el incendio a lo largo de la tarde, lo que se consiguió con matices, dado que aviones y helicópteros no pueden trabajar por la noche. De hecho, a última hora de ayer la Junta habló de «circunstancias favorables» para extinguir el fuego, no de incendio controlado -sólo en algunas partes-. De hecho, a las 21.00 horas la preocupación se trasladó a las altas columnas de humo que se formaron cerca de Coín y Monda, donde se trabajó en un paraje a 700 metros de altitud. Más de 435 personas participaron esta madrugada en la extinción.

Griñan cree que fue intencionado

Todo apunta a que el fuego ha sido intencionado. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, aseguró que hay indicios claros al respecto, y habló de «acto criminal». La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, y el gerente del Consorcio Provincial de Bomberos, Manuel Marmolejo, se expresaron en términos parecidos. Todos ellos, al igual que el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, y el secretario de Estado Juan Manuel Moreno Bonilla, visitaron el puesto de mando. Juan Ignacio Zoido, presidente del PP-A, destacó la gran coordinación entre administraciones.

Las llamas se cobraron la vida de una persona, un británico de 78 años que fue hallado en una casa de aperos de Las Blanquillas, en Ojén. Una vez que se desescombró la casa, se comprobó que no hubo más víctimas. Asimismo, el fuego dejó ocho heridos: un matrimonio, trasladado desde Carlos Haya a la Unidad de Quemados del Virgen del Rocío (Sevilla), cuyos miembros presentan quemaduras de tercer grado en más del 60% de sus cuerpos. Están graves. Una madre y sus dos hijos de corta 11 y tres años también fueron atendidos por inhalación de humo; se refugiaron en una cueva de Ojén. A última hora de ayer, la mujer había recibido el alta. Asimismo, tres enfermos crónicos fueron internados en el Costa del Sol, donde se les suministró oxígeno.

Las dependencias administrativas de Acosol y la Mancomunidad, en Marbella, también fueron desalojadas, mientras que vecinos relataron a los medios cómo la policía los evacuó pegando en sus puertas usando megáfonos y altavoces. Algunos se resistían a huir.

En la zona en la que se originó el incendio a las siete de la tarde del jueves, Barranco Blanco, se había proyectado la construcción de una macrourbanización de 1.500 casas, aunque la Junta la tumbó por los daños que podría haber causado al medio.

La zona quemada hasta ahora -que oscila entre las 2.000 y las 5.000 hectáreas- es de gran valor ecológico. De hecho, ecologistas pidieron ayer más medios para luchar contra los pirómanos y para limpiar el monte, y apuntaron que el cambio climático o los recortes en extinción de incendios también hacen mella en este tipo de sucesos. UGT destacó ayer la importancia de contar con dispositivos públicos para luchar contra los incendios.

El incendio se inició en Barranco Blanco (Coín), y el viento propició que se extendiera a Alhaurín el Grande, Mijas y Marbella. Los vecinos de Ojén recibieron el consejo de que no volvieran a casa por la noche, aunque la mayoría fue acogida por la familia. Nadie podía garantizar su seguridad. Los esfuerzos se centraron anoche en Coín.