Javier Solana ha perdido la cuenta de los años que lleva veraneando en Bueu, pero un verano más es fiel a su cita con el municipio de O Morrazo y con la parroquia de Cela. El antiguo ministro, secretario general de la OTAN y Alto Responsable de Política Exterior y Seguridad Común de la UE llegó este fin de semana a su retiro vacacional y ya se ha dejado ver por el entorno. "Ya me he pegado algún paseo por los montes y he bajado a la playa", confiesa Solana. Su habitual compañero de rutas es el exconcejal del BNG Manuel Otero. "Pero ahora mismo no está por aquí. He hablado con él por teléfono y cuando vuelva saldremos juntos", avanza.

Con quien sí ha estado es con un viejo conocido y amigo, el también exministro y actual comisario de Competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia. A ambos se les vio juntos el lunes por la tarde en el entorno de la Praia de Beluso, uno de los rincones privilegiados de la ría de Pontevedra. Almunia prefiere la zona norte de Galicia para descansar, pero acudió hasta Bueu ante la invitación de Solana. En esa charla estuvo presente la situación económica de España y del conjunto de la zona euro y el fantasma de un rescate a la economía española. Solana cree que España sí que necesitará ayuda de sus socios europeos, lo que también implicará medidas adicionales. "Pero creo que no habrá un rescate como el acordado para países como Portugal o Grecia", sostiene el veterano político.

Lo que tiene claro es que en estos momentos lo que hace falta es unidad. "Nunca he sido amigo de las peleas políticas y de las de segunda división menos. Y me parece que estamos en eso, cuando en realidad los problemas son de más calado", argumenta. Javier Solana está convencido de que existe "una luz al final del túnel", aunque advierte que para llegar hasta ella "hay que hacer un esfuerzo colectivo y no perder ni un segundo en lo secundario para centrarse en lo principal".

Sobre el origen de la crisis sostiene que hay "culpas en minúsculas y nosotros tenemos algunas, los alemanes otras...", pero también hay culpas en mayúsculas. "Y ésas no son nuestras, esta crisis viene de más allá del Atlántico. Nosotros no la inventamos, nosotros la sufrimos", insiste Solana.

Su vocación europeísta tampoco ha cambiado y es firme. "La idea de Europa tiene un componente de solidaridad. Y Europa como un todo va mejor que los Estados Unidos y Japón. Pero dentro de la Unión hay países que van mejor y otros peor, por eso sería bueno y solidario repartir esfuerzos", apunta desde su retiro en la parroquia de Cela.

Al otro lado de la ría de Pontevedra pasó algunos días de descanso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero no han coincidido a pesar de que algunas fuentes apuntaban que se dejaría caer por Bueu. "Yo todavía acabo de llegar", dice con una sonrisa Solana.

La rutina de los veraneos de Solana en Bueu no ha cambiado y lo que más aprecia es la tranquilidad, el sosiego, la gastronomía y el entorno natural, tanto de monte como playa. Sus largas caminatas "hasta Ermelo o Cabo Udra" son ya famosas entre los vecinos de Bueu. "La gente me trata muy bien y afortunadamente mi presencia aquí ya ha dejado de ser noticia", reconoce.

A pesar de que ya quedan lejos sus tiempos como secretario general de la OTAN y de que tampoco es Mister PESC, lo que no cambia es su constante atención a la actualidad informativa. "Durante las vacaciones ya no estoy tan pendiente como antes", subraya. El principal foco de atención en estos momentos es Siria y la posición de países como Irán, China o Rusia. Solana espera que no se produzca una intervención del régimen iraní y aboga por un cambio de postura por parte de China y Rusia. Precisamente una de las universidades más importantes del gigante asiático, la Tsinghua University, lo ha nombrado recientemente miembro de su consejo asesor, por lo que Javier Solana extenderá sus conferencias sobre geopolítica y diplomacia también a China.

Un catedrático de Física convertido en maestro de la geopolítica

El antiguo ministro de Educación trabaja en la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE), donde imparte una cátedra de Liderazgo y Gobernanza Democrática, una materia que queda muy alejada de su cátedra inicial de Física del Estado Sólido. "La ciencia avanza muy rápido", apunta para explicar que después de tantos años volcado en la política no regrese a esos orígenes.

Aún así mantiene su interés por la materia y como buen físico acogió con alegría y expectación el descubrimiento por científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) del bosón de Higgs, conocido popularmente como la partícula de Dios. La sede del centro está en Ginebra y cuando se dio a conocer el descubrimiento Solana estaba precisamente en la ciudad suiza. "Pude hablar con algunos científicos y estaban transfigurados por el descubrimiento", recuerda con cierta emoción.