Los pies de una persona recorren una distancia equivalente a ocho vueltas al mundo a lo largo de su vida pero aún así son los grandes olvidados del cuerpo. Cuando llega el verano los pies se "desnudan" y llegan nuevos problemas. Entre ellos, los expertos alertan sobre el abuso de uno de los calzados preferidos en esta época: las chanclas.

"Este calzado es muy adecuado para momentos puntuales como ir a la piscina, a la playa o para ducharse en sitios públicos, previniendo infecciones, pero no están hechas para caminar de forma prolongada". Así lo explica Borja Pérez Serrano, podólogo especialista en Cirugía Podológica y portavoz del Colexio Oficial de Podólogos de Galicia.

Especialmente el experto advierte sobre los problemas que acarrea el uso de este tipo de calzado en largas caminatas como las que hacen los peregrinos en el Camino de Santiago. "Vemos muchos caminantes con chanclas y es un gran error porque se trata de un calzado que no presta la sujeción adecuada por delante y por detrás del pie, lo que obliga a hacer constantes esfuerzos con los dedos, por lo que puede causar rozaduras, molestias y sobrecargas". Para estos casos, recomiendan el uso de zapatillas deportivas adecuadas, "usadas, pero no muy gastadas".

Los problemas, advierte el Colegio de Podólogos, "no se sienten a corto plazo, pero al cabo de un tiempo pueden derivar en fascitis plantar, tendinitis o traumatismos en los dedos".

Los peligros de las chanclas se han demostrado también en un reciente estudio elaborado en EEUU por ´National Foot Health Assessment´, que indica que el 78% de los adultos ha experimentado uno o más problemas de pie en su vida y que una de esas causas son precisamente las clásicas "hawaianas".

Los expertos recomiendan prestar especial atención en el uso de este calzado en los niños. "Estamos ante un pie en crecimiento fácilmente deformable por lo que su calzado debe de estar reforzado en el talón y con la puntera lo suficientemente amplia para acoger a los dedos sin presión", describe Pérez.

El Colegio gallego percibe un aumento de la concienciación de la población sobre sus pies. "Es cada vez más frecuente que los padres traigan a sus hijos a revisión, pero lo cierto es que la mayor parte acuden cuando ya hay una lesión", lamenta el portavoz.