El número de alérgicos a los alimentos se ha duplicado en los últimos diez años, mientras que el número de ingresos hospitalarios de niños y jóvenes por anafilaxia –reacción inmunitaria generalizada del organismo, potencialmente mortal– es ya siete veces más que en el anterior decenio, según la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, que advierte de la necesidad de educar a la sociedad para conocer. los síntomas y actuar en casos de emergencia. Los especialistas gallegos también constatan este incremento, tanto en las alergias en general como en la alimentaria en particular.

"Por supuesto que notamos este aumento de pacientes con enfermedades alérgicas. Cada vez vemos más pacientes y la demanda de consultas sigue aumentando. Los casos de alergia van aumentando exponencialmente y para muchos es la epidemia del siglo XXI, estimándose que para el año 2020 el 50 por ciento de la población padecerá algún trastorno alérgico", afirma Carmen Marcos, jefe del servicio de Alergología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Carmen Marcos.

La prevalencia de la alergia alimentaria es del 3% en la población adulta y del 8% en la infantil, porcentajes similares a los del resto de España, según el estudio epidemiológico sobre las enfermedades alérgicas en general realizado en España en 2005 y en el que participaron los alergólogos gallegos. Respecto a las alergias alimentarias más frecuentes en Galicia, Marcos destaca en el caso de los niños las producidas por proteína de leche, huevo, pescado y frutos secos, mientras que en los adultos es más común la alergia al marisco –crustáceos y moluscos–, frutas –principalmente frutas rosáceas, como el melocotón y la manzana–, y frutos secos. "La causa más frecuente en Galicia de alergia alimentaria en adultos es el marisco, a diferencia con el resto de España que supone la tercera", concreta.

Rosaura Leis, profesora titular de Pediatría y coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Patología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), también reconoce que cada vez hay más diagnósticos de alergia alimentaria, algo que atribuye, en parte, a que la población está cada vez en contacto con más productos. "Por ejemplo, hasta hace unos años, en Galicia apenas había alérgicos al kiwi, porque no se consumía. Sin embargo, hoy es una de las alergias alimentarias más frecuentes en la comunidad", explica.

Esta especialista hace hincapié en la importancia de conocer los síntomas de una reacción alérgica y de integrar en los comedores infantiles a los niños con alergia alimentaria adoptando una serie de medidas para evitar su contacto accidental con el alérgeno. "Un alimento puede desencadenar una reacción adversa por ingestión, contacto o inhalación", explica Leis, coautora de "Menús saludables en el comedor escolar", que incluye menús para alérgicos.

Por su parte, Juan Manuel Sánchez Lastres, presidente Sociedad de Pediatría de Galicia, afirma que muchos niños alérgicos a alimentos como la proteína de vaca acaban tolerándola con el paso del tiempo, según los van tomando de forma gradual, aunque añade que los bebés que han presentado alguna alergia alimentaria son más propensos a padecer esta u otras alergias. "La prevalencia para cada alimento varía según la edad y los hábitos dietéticos del individuo. Pero lo más frecuente es que el alérgico lo sea a más de un alimento y a alérgenos ambientales como los ácaros y el polen", explica el pediatra.

Los síntomas de una reacción alérgica son pueden ser muy variados: picor, enrojecimiento, ronchas o edema; dificultad respiratoria y asfixia, edema de glotis (con asfixia y sensación de cuerpo estraño faríngeo y afonía), rinitis; síntomas gastrointestinales con náuseas-vómitos, dolor abdominal o diarrea; y/o síntomas cardiovasculares con bajada de tensión arterial y pérdida de conocimiento.

La teoría de la higiene

En las enfermedades alérgicas hay implicados diversos factores. Uno de ellos es la predisposición genética para desarrollar estas enfermedades, lo que hace que con los años de exposición a los alérgenos estas personas se sensibilizan y debuten con las manifestaciones de dichos trastornos, normalmente en las primeras décadas de la vida. "En contraposición, las reacciones alérgicas a los medicamentos están favorecidas por el consumo (a veces abuso) en su administración", detalla Carmen Marcos.

En los trastornos alérgicos influyen también factores ambientales como el estilo de vida occidental o lo que los especialistas llaman "Teoría de la higiene": el sistema inmunitario al no trabajar en la defensa del organismo frente a infecciones desvía su actuación hacia la producción de otro tipo de anticuerpos, los IgE, que atacan a los alimentos. Otro factor es la contaminación, que favorece la aparición de pólenes y alimentos vegetales que expresan más proteínas alergénicas. Además existen alergias alimentarias producidas por reactividad cruzada con alergias respiratorias. "Así por ejemplo, la alergia al marisco aparece en relación a la alergia a ácaros. Esto ocurre porque las mismas proteínas alergénicas están en ambas fuentes de exposición.", explica Leis.

Intolerancia

Rosaura Leis explica que no es lo mismo una alergia que una intolerancia alimentaria. "En la primera, el sistema inmune reacciona frente al alimento como ante un cuerpo extraño, mientras que en la segunda, aunque es una reacción física anormal a un alimento, no se da esta respuesta inmunológica", explica. Un ejemplo de intolerancia alimentaria es la que presentan los celiacos al gluten.