Un crespón verde lucía el jueves en los elegantes atuendos de los cien investigadores a los que la Fundación La Caixa entregó sus becas para estudiar un máster en España. Era su forma simbólica de protestar contra los recortes en investigación y educación que querían hacerle llegar al ministro de Educación, José Ignacio Wert que, finalmente, no acudió al acto celebrado en Madrid.

Entre estos estudiantes se encuentra Silvia Cernadas, una joven de Soutomaior licenciada en Historia por la Universidade de Santiago que es la única seleccionada por la Fundación que ha estudiado en una universidad gallega. En estos momentos cursa un máster de Historia Medieval en la Universidad de Valladolid gracias a la beca.

"Decidimos hacer público el manifiesto y después de comunicárselo a la Fundación nos informaron de que Wert no acudiría al acto. Se lo entregamos entonces al director general de Política Universitaria, Federico Morán Abad, y esperamos que se lo haga llegar al ministro", cuenta Cernadas.

En este manifiesto, los investigadores muestran su desacuerdo con la política de recortes "emprendida en los últimos años y perpetuada por el Ministerio". Por una parte, en el campo de la Educación critican el aumento de hasta un 66% de las tasas universitarias para el próximo curso, la elevación a 36 del número de alumnos en las aulas de enseñanza primaria y secundaria y la no renovación de contratos de muchos profesores asociados y PAS, entre otras. Y por otra parte, alertan sobre la situación de la investigación: "Medidas como la eliminación de la obligatoriedad de consolidación de las becas Ramón y Cajal, la falta de contratación de personal investigador, la reducción del número de becas para la investigación ponen en riesgo el futuro de nuestro país", alertan.

Los becados firmantes se consideran "gente privilegiada" por la beca recibida que les da la posibilidad de dedicarse, un año más, "a aprender y a trabajar investigando". Pero se preguntan qué pasará después de esta beca. "Nos enfrentamos, como tantas personas de nuestra generación, a un panorama difícil. Para quienes quieren investigar, las oportunidades se restringen cada vez más; igual que ocurre con todo aquello que no sea directamente productivo en términos económicos", critican.

Por último advierten de que estas medidas "conllevarán un retraso en los avances que poco a poco se estaban realizando, condenando a nuestro país a años de retraso y a la fuga de profesionales perfectamente capacitados y formados".