A los 14 años ya había publicado dos libros, uno de relatos en castellano y otro de poesía en inglés, este último con prólogo de Isabel Allende. Canta, compone y toca el piano y la guitarra, y U2 la invitó al escenario durante su última gira. Francisca Valenzuela ha publicado en España un álbum de pop que rezuma buen gusto, "Buen soldado", lo que le ha valido ser invitada a los conciertos del Día de la Música, el 24 de junio en Madrid.

-¿Cómo calificarías la acogida que estás teniendo en España?

-Estoy en excelente compañía. En el festival "Viva la canción" he tocado con Carla Morrison, con Natalia Lafourcade en varias ocasiones. Espero conocer a Xoel López y verlo en vivo. Me han dicho que es muy bonito y conmovedor lo que hace.

-Empezaste desde muy pequeña. ¿Tus padres estaban metidos en la música?

-Para nada, ambos son científicos. Fue una inclinación bastante espontánea y natural. Siempre he estado dibujando, componiendo, escribiendo y tocando el piano y la guitarra. Me ganó el arte de manera más natural. Mis padres son súper entusiastas, apoyadores y amantes del arte.

-¿Pasar tu infancia en California influyó en tu vocación artística?

-No lo sé. Si hubiera estado en Chile todo el tiempo, hubiera salido de la misma manera, activa en la música y en el arte. Sí que he sido muy precoz al haber estado en un lugar tan activo culturalmente. Me enriqueció mucho. Y la forma gringa de actuar, de forma tan espontánea y transparente, influyó en mis ganas de comunicar, en mis referentes.

-Fuiste también precoz en la literatura. ¿Sigues escribiendo libros?

-Sí, pero no de forma tan rigurosa. En los últimos tres años me he dedicado a la música y a todo lo que contiene, vídeos, viajes, conciertos... Retomaré la literatura, pero más adelante.

-En tu país te han comparado mucho con Julieta Venegas, de la que eras seguidora. Aquí ha ocurrido lo mismo. ¿Te cansa?

-Hay poquísimas mujeres en la música latinoamericana hispanoparlante. Se pueden contar con las manos. Y yo no pertenecía al mundo de la balada ni al de la manufactura pop. Ni canto como baladista ni soy como Paulina Rubio, así que debo ser como Andrea Echeverri, Julieta Venegas o Eli Guerra... Son mujeres importantísimas, abrieron la puerta a otras cantautoras, pero hay que mantener una vista más panorámica. No comparan solistas hombres con otros porque tocan la guitarra... Son artistas genuinas, y es importante ver los shows en vivo de cada una y entender sus propuestas.

-¿Que música española escuchas? Has compartido escenario con Russian Red...

-A Russian Red la conocí el año pasado y tiene una excelente propuesta. También conozco al Guincho y clásicos como Serrat y Mecano, por ejemplo. De la nueva camada han salido músicos súper buenos, como Delorean, We Are Standard, El Columpio Asesino, Vetusta Morla... Son distintos, marcan su propio camino. Estoy contenta de profundizar en el conocimiento de los músicos españoles y tal vez, en el futuro poder colaborar con ellos.

-En una canción hablas de una entrevista de trabajo. ¿Has tenido que enfrentarte a alguna?

-[Risas] Sí, he tenido alguna, pero no en las condiciones que yo imaginaba en esa canción. Lo imaginaba muy cinematográfico, con un hombre de 35 o 45 años que se ve desamparado en esta crisis. Muy capacitado, con una familia que mantener, pero sin nada que hacer. Lo mío no ha sido tan violento. He tenido la oportunidad de trabajar desde pequeña en lo que más me gusta.

-Letras como las de "Buen soldado" o "Mujer modelo" están escritas desde el punto de vista de una mujer. ¿Eres feminista o simplemente femenina?

-Más femenina que feminista. El feminismo fue un movimiento de los 70 que puso una cosa sobre la otra, lo cual no me parece bien. Pero el tema del apoderamiento femenino es algo que me interesa y me conmueve, especialmente en Chile y en Latinoaméria. Aparece en las canciones de forma espontánea, pero soy efusiva al decir que no hay un feminismo consciente, sino una femineidad desde el punto de vista de mis vivencias.

-"Salvador" habla de Salvador Allende. ¿Cómo se ha recibido esta canción en tu país? ¿Hay consenso sobre Allende en Chile o todavía se discute?

-La gente aún discute muchísimo. Las opiniones están muy polarizadas. La escribí porque me invitaron a un homenaje a Allende en Uruguay. Es una canción escrita no necesariamente desde el punto de vista de Allende, sino de estos personajes políticos casi poéticos, que tienen la capacidad de convocar y de cambiar las cosas, sin estar atados al sistema tradicional. Es algo que echamos de menos en el ámbito norteamericano y mundial. Iconos como lo fueron Allende, Kennedy o Martin Luther King para nuestros padres. Hoy en día, salvo Obama, que ya no tiene ese tipo de enamoramiento, no existen iconos así. La canción tiene un marco menos politizado partidistamente, es más universal. No soy activa partidistamente.

-¿Cómo surgió la oportunidad de cantar con U2 en Santiago de Chile? ¿La experiencia respondió a tus expectativas?

-Ellos buscan constantemente colaboradores en los países a los que van. En África tocaron con un coro zulú, en Rusia con un percusionista, en Argentina con León Gieco... Llegaron hasta mí porque "Quiero verte más", uno de los sencillos del disco, estaba de número uno en Chile en la semana que ellos llegaron. Hicieron una investigación rigurosa y me eligieron a mí entre dos o tres personas. Fue una investigación tipo CIA [risas], sabían todo de mi trabajo, mis afiliaciones políticas, mis causas sociales... ¡todo! Me llegó una invitación directa del "staff" de U2 la noche antes del concierto. Fue increíble, espectacular. Sobre Bono hay una opinión polarizada por lo que hace, pero como staff, como familia y como banda U2 tiene una preocupación genuina y real, muy generosa, por dejar una huella positiva por donde pasa. Me incluyeron de manera tan natural, con tanta espontaneidad y frescura... Tuve el goce de poder estar con ellos, no me estaban recordando "somos U2, somos U2" [risas]. Había una espontaneidad y una acogida increíble. Fue una inspiración total haber participado con ellos.

-Ese concierto era especial porque estaba entre el público Joan Jara, la viuda de Víctor Jara.

-Exacto, es amiga de ellos. Cantamos "One Tree Hill", que hace alusión a Víctor Jara y al momento de su muerte. Bono es un fanático de la cultura chilena. Yo canté una cosa de Violeta Parra [una adaptación de "Gracias a la vida"] para una introducción, y Bono tenía total conocimiento de la cultura y de la política chilena. Hablamos mucho del terremoto, de los chilenos, de Víctor Jara... Fue súper gratificante estar tanto con Bono como con The Edge, gente tan profesional en la cúspide de la música planetaria, y a la vez tan cercanos, tan ingeligentes y tan humildes. Le tiro muchísimas flores y agradecimientos.