Hija de Eduard Punset y, como él, lógica y a la vez sensible, divulgadora científica y al tiempo madre, Elsa ha escrito 'Una mochila para el universo'.

Tanto tiempo esforzándonos en ser racionales¿y somos seres emocionales?

Es verdad, la emoción era histerismo. No se entendía. El cerebro era una caja negra. Había dos grandes errores: que éramos racionales y se ha visto que debajo de cada pensamiento hay una emoción, y que el cerebro era inmutable y se pueden trabajar las emociones que cambian el cerebro.

¿Incluso físicamente?

Cualquier pensamiento, cualquier sentimiento va moldeando el cerebro. Si tienes siempre los mismos, tendrás unos caminos sistematizados. Por eso a la gente le cuesta tanto cambiar. La gestión emocional es una llave de libertad.

Yo creo que esto va con ciudadanos mucho más activos y creativos.

Muy avanzados, pero aún nos arrastran los instintos primitivos desde la amígdala.

Sin emoción no hay vida. Lo que le pasa al cerebro es que viene de hace mucho tiempo, preparado para sobrevivir en la selva. Tiene un sesgo negativo, una antigua alarma que hoy en día no necesitamos que se esté disparando por cada bocinazo, cada ofensa...

Entre todas las emociones destaca el amor, pero en las escuelas no se enseña.

El amor es muy interesante, porque es básicamente la vida que sale al encuentro de más vida. Y es muy creativo, la época en la que estás más dispuesto a cambiar y el cerebro se vuelve más maleable. Nos dan educación sexual y no emocional. La escuela va a cambiar porque estamos entrando en una época con unas cifras de salud mental muy alarmantes.

¿Un abrazo de seis segundos es más útil que el Prozac?

Tampoco digo que los fármacos no sirvan. Lo que se ha visto es que nada cambia tanto el cerebro como una emoción y un pensamiento. Desde luego en la balanza de la felicidad pesan mucho los afectos.

¿Y mejor un amigo que 13.000 euros?

El dinero importa muchísimo por debajo del umbral de la supervivencia. Por encima, te da menos felicidad que los afectos.

¿Por eso se ha embarcado en la campaña "Somos" de las ONG?

Han menguado las ayudas del Estado a las ONG y dependen más del apoyo individual. A mí me pidieron un estudio para ver por qué somos altruistas y qué beneficios nos reporta serlo. En España hay pocos donantes.

Pues no se entiende, porque ¿no somos empáticos por naturaleza?

Totalmente. ¿Por qué un ser tan pequeño y débil como el humano ha logrado dominar la tierra? Porque vivimos en sociedad, tenemos esa capacidad de ponernos en la piel de los demás. Solo los psicópatas, que son entre un 1 y un 3% de la población, no la tienen.

¡Cuenta que la nariz sí que crece al mentir!

(se ríe) No se ve, porque es poquito. Pero se hincha. No somos conscientes de hasta qué punto nos hablamos con la mirada.

¿Qué es necesario llevar en la mochila?

Aquello con lo que nacemos: la gran capacidad para el amor y para la curiosidad.