Silvia Cernadas vive en Soutomaior. Cada día, desde niña, miraba con curiosidad infantil su emblemático castillo y se preguntaba cuál sería su historia, quién habría vivido allí, qué secretos guardaría. Esa curiosidad se transformó en una inquietud adulta hacia la Historia, lo que la impulsó a estudiar en Santiago esta carrera y, en estos momentos, a especializarse en Historia Medieval y a preparar su tesis, como no podía ser de otro modo, sobre la historia del Castillo de Soutomaior.

Precisamente cuando comenzó a preparar la tesis fue cuando se topó con María Vinyals, la marquesa de Ayerbe, una de las moradoras más importantes del castillo pontevedrés pero que hasta 1990 era una total desconocida en Galicia.

"Cuando me puse a investigar sobre el castillo, el único libro sobre su historia que encontré fue uno que publicó esta mujer en 1904; me llamó mucho la atención que fuera una mujer la firmante de ese libro y me puse a investigar sobre ella", explica la historiadora. Su instinto no le falló, y Silvia quedó completamente enredada en la vida de esta mujer que fue una de las pioneras del feminismo en Galicia, aunque quedó a la sombra de otras grandes de la época como Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro.

Cernadas expuso sus investigaciones sobre la marquesa en el Primer Encontro Interdisciplinar de Historia de Xénero el año pasado, un particular simposio ya que fue organizado por los alumnos, en concreto por ella, Miguel García-Fernández y Aurora Ballesteros. Fue todo un éxito de participación y, ahora, moviéndose ellos mismos de nuevo en busca de financiación, han logrado editar un libro con las investigaciones de los distintos ponentes.

"As mulleres na Historia de Galicia" es un interesante volumen que recorre la historia de las féminas desde la prehistoria, pasando por la mujer galaico-romana, su imagen en el arte bajomedieval gallego o su papel en la Institución Libre de Enseñanza. El libro trata otros temas poco conocidos como el papel de las mujeres que quedaron solas en la Galicia rural de posguerra (1939-1969), el trabajo de las mujeres voluntarias en el Laboratorio de Farmacia Militar de Santiago de Compostela (1936-1939) o la movilización femenina en Galicia en la década de los años 30.

"Hay muchos aspectos de la mujer gallega a lo largo de la historia aún por descubrir por lo que nos encantaría organizar una nueva edición de estas jornadas", apunta la historiadora.

María Vinyals, "la Marquesa Roja" de Soutomaior

La llamaban "La marquesa Roja" por sus ideas progresistas en lo social y lo político y por dedicarse a las artes y a las letras en un momento en que la sociedad rechazaba a las mujeres creadoras. María Vinyals y Ferrés nació en agosto de 1875 en el Castillo de Soutomaior. Su familia era de origen catalán pero se trasladó a Galicia en 1867 cuando su tía, Zenobia Vinyals se casó con el marqués de Mos, propietario del castillo y, como el matrimonio no tuvo hijos, María ocupó este espacio.

Recibió una cuidada educación, aprendió cuatro idiomas y se interesó pronto por las letras y la pintura. Se casó en el mismo Castillo de Soutomaior con el viudo VI Marqués de Ayerbe, Juan Nepomuceno, que le doblaba la edad y era padre de un hijo. Un año después nació el hijo de la pareja, Antonio.

Solo se tiene constancia de que publicase un libro: "El Castillo del Marqués de Mos en Sotomayor", en 1904, aunque colaboró con artículos de temática feminista en numerosas revistas. "Su discurso feminista no fue de los más radicales, pero lo fue extremando con el paso de los años. Para ella, la clave estaba en la educación, la mujer quedaba en inferioridad desde el momento en que recibía una educación menor a la del hombre", explica la historiadora Silvia Cernadas.

Un año después de la muerte de su marido, en 1909, María se casó con un destacado médico cubano, Enrique Lluria, hombre que se movía en los círculos de Giner de los Ríos, Unamuno y Ramón y Cajal.

En esos años murió su tío, María fue declarada heredera y el matrimonio se mudó al Castillo de Soutomaior. Próximo al castillo construyeron el primer sanatorio de Galicia especializado en enfermedades de la orina.

Sin embargo, comenzó a difundirse el rumor de que el castillo acogía reuniones secretas de altos cargos socialistas y eso les llevó a la ruina ya que fueron desposeídos de la propiedad, que salió a puja en 1917.

Tras un tiempo en Madrid, la pareja se trasladó a Cuba, donde la marquesa continuó colaborando con diversos periódicos.

En 1925 su marido muere por una infección provocada por una inyección de morfina, sustancia a la que parece ser que ambos eran adictos. Y a partir de ahí, poco se sabe de la vida de la marquesa. "Según algunos autores se marchó a Estados Unidos para reunirse con su hijo, que era mecánico en la Ford, pero murió en París durante la ocupación alemana; para otros, regresó a España después de pasar un tiempo en México", apunta Cernadas. En lo que coinciden todos los autores es en que murió en la más absoluta miseria. "En el Museo de Pontevedra, que fue mi principal fuente, no hay noticias sobre qué pasó después de este episodio, pero quedan muchas cartas por estudiar y muchas otras fuentes por analizar, lo que espero hacer en el futuro", concluye la historiadora.