Una investigación de científicos españoles ha descubierto cómo el VIH (el virus de inmunodeficiencia humana, causa del sida) consigue acceder al sistema inmunitario de la persona afectada. La "llave" que abre las células que protegen de los virus; es decir, una molécula que burla a esa especie de guardia pretoriana del organismo. Este hallazgo es una nueva pieza en el rompecabezas de la aún enigmática enfermedad, pero deja escépticos a los clínicos que trabajan con pacientes con sida.

El propio líder de la investigación reconoce que tardarán entre 8 y 10 años en desarrollar un fármaco que bloquee a esa molécula. Javier Martínez-Picado, líder del estudio que ha descubierto la molécula del VIH responsable de la propagación del virus del sida en el organismo, explicó ayer que el medicamento que paralice la actividad de la citada molécula podría esperar una década en una entrevista radiofónica. Y lo que estudian es si se podría dejar los medicamentos al cabo de un tiempo, sin que el virus rebrote. "El desarrollo de fármacos no es sencillo", señala.

Un colega de Martínez-Picado e investigador del CSIC experto en VIH, Luis Menéndez, explicó a FARO su percepción del descubrimiento: "Es un muy buen trabajo de investigación básica, pero si alguien puede imaginarse una molécula que evite que esos virus se peguen en las células y se transmitan, es una posibilidad que está muy lejos, ni siquiera de plantearnos cómo", añade.

El equipo de investigadores, liderado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas encontró ese salvoconducto que permite la entrada del maléfico virus y que origina la difusión posterior de la infección. Y el trabajo fue publicado PLOS Biology. El equipo –colabora con la Universidad de Heidelberg (Alemania)– identificó cuáles son las moléculas de la membrana del virus que le permiten colarse en las células dendríticas. Concretamente, los llamados gangliósidos.

El investigador Menéndez utiliza la metáfora del disfraz que usa el virus, para pegarse a la molécula que lo transmite. "El estudio arroja luz a las incógnitas del VIH. ¿Cómo llega a los linfocitos desde las células dendríticas?", matiza. "Las células dendríticas maduras cuando llegan a los ganglios llevan el VIH en su superficie. El descubrimiento importante que han hecho es que por qué lo llevan. Los virus cuando salen de la célula tienen una envoltura viral igual que la membrana de la célula. Esa envoltura similar a la de la célula es un compuesto llamado gangliósido, que se pega a la superficie", argumenta Luis Menéndez. "El virus se pega a las superficies de otras células".

La investigación ha alumbrado la solicitud de una patente europea, depositada en diciembre de 2011, a cargo de los laboratorios Esteve, IrsiCaixa y de Icrea.

Se habló de que esta investigación abre las puertas a la consecución de una nueva familia de fármacos capaces de detener la expansión del virus y, eventualmente, facilitar una estrategia terapéutica a través de una vacuna. Pero el líder de la investigación avanzó ayer: "Hemos intentado entender cómo el virus del sida se dispersa en el cuerpo. El descubrimiento consiste en detectar la sustancia que hay en el superficie del virus y que lo acerca a estas células transportadoras que permiten que infecten a las células diana, las del sistema inmunitario, que son las que nos tienen que proteger", explicó Martínez Picado.

Nuevas terapias

Los fármacos que existen en estos momentos, no curan. "En cuanto se dejan de tomar, el virus repuebla la sangre del paciente. Ocurre porque existen en el cuerpo reservorios, donde el virus mantiene su actividad. Al identificar este nuevo componente del virus, se pueden diseñar terapias que permitan llegar a esos lugares donde el virus repica de una manera enmascarada y poder conseguir mejorar la infección por VIH". En definitiva, poder dejar los medicamentos al cabo de un tiempo, sin que el virus rebrote.