Ni la lluvia ni el granizo ni el frío de algunos momentos, o el calor de otros, frenaron, ayer, la fiesta en Mos. Los vecinos recordaron una fecha histórica, la del 14 de abril de 1809, cuando las tropas francesas en retirada quemaron el Pazo, que 200 años después fue reconstruido y, hoy, es el edificio que marca la vida cultural y social de la localidad.

Más de quinientas personas participaron en el evento ataviadas con ropas de la época y otros muchos asistieron como espectadores, algunas veces mudos y otras veces dispuestos a disfrutar de la celebración en las tabernas donde no faltó el vino o la empanada, entre otros productos para degustar.

La fiesta estuvo marcada por el sonido de gaitas, las pandereteiras y el baile, desafiando cualquier adversidad meteorológica. Una gran carpa ante el pazo sirvió para que los actos pudieran seguir desarrollándose en los momentos intempestivos.

A las 10 de la mañana comenzó el evento con la presencia figurada de los marqueses de Mos inaugurando el mercado de artesanía, productos gastronómicos y tabernas. Con demostraciones de los oficios de herrero, alfareiro, carpinteiro-torneiro, zoqueiro o cesteiro, la mañana avanzó. A las 12.00, se produjo la llegada de los "Alarmas de Pontesampaio" anunciando que el Ejército francés partió de Santiago y advirtiendo al pueblo que sí nadie les impedía el paso en Pontesampaio, pronto llegarían a la ciudad de Tui. Al poco, ya se vio llegar a los franceses con su espectacular vestimenta irrumpiendo en el mercado de Mos, robando las mercancías a compradores y vendedores.

Se escenificó el saqueo del Pazo, y la captura de los marqueses de Mos y de toda su familia. También se escenifican ejecuciones por parte de los crueles soldados.

Ya por la tarde, se escenificó una nueva gresca para la ilustrar la historia. En este caso, la retaguardia del Ejército francés cayó en una emboscada preparada por José Benito Bernárdez, caudillo de San Antoíño (antigua jurisdicción de Mos), y por el comandante de A Louriña, el fraile Francisco Giráldez. El comienzo fue anunciado con el sonido de las campanas de la iglesia parroquial. Los actores que realizan la representación, la mayoría vecinos de Mos, estuvieron más en su papel, dando paso luego a la comida.

A las 18.00 horas, fue el momento en que los franceses son capturados y algunos, ahorcados, frente al viejo Concello mosense.

Finalmente, a las 21,00 horas, sucedió el acto final con la retirada de los galos huyendo de Tui y plantando fuego a todo lo que encuentran en el camino. En este caso, al "Pazo de los Marqueses" de Mos, incendiado de nuevo por el Ejército invasor, pero, ayer, afortunadamente, con un espectáculo de efectos especiales y mucha pirotecnia.