Vigo es la protagonista de la nueva creación del compositor Eduardo Soutullo (Vigo, 1968). "Cinco cantigas", una pieza basada en los textos del genial Martín Códax que se estrena el próximo 25 de abril (Centro Cultural Novacaixagalicia) e inaugura la temporada de Amigos de la Ópera de Vigo.

–¿De qué manera le inspiraron las Cantigas de Amigo para esta pieza contemporánea?

–El horror del lienzo en blanco también persigue a los músicos. Para los compositores, tener un texto sobre el que comenzar es clave para escapar de ese miedo. Muchos autores han creado antes sobre estas cantigas porque son muy inspiradoras y yo sabía que, antes o después, también lo haría. Mi música conserva la misma acentuación del texto pero no hay ninguna referencia a las melodías compuestas por Martín Códax.

–Siempre ha apostado por técnicas que no coarten su intuición.

–A nivel de estructuras sigo apostando por formas cíclicas. La primera y la cuarta cantiga emplean unas escales modales de cuatro notas, mientras que las restantes emplean modos octatónicos. He buscado melodías no propias de la música clásica pero tampoco atonales.

–¿La música contemporánea debe ser de ruptura?

–Todas las vanguardias musicales han querido romper siempre con las normas, con los ritmos, con la melodía, con todo lo que sonase a música tradicional. Ahora hay un periodo de cambio: muchos compositores contemporáneos pensamos que no hay que desdeñar todo por sistema. No queremos que nuestra música suene a música del pasado ni seguir las vanguardias más radicales del siglo XX. Yo no creo en la música elitista: o sirve para todos o no sirve para nada.

–Sin embargo, un día antes del estreno, explicará junto al crítico Arturo Reverter el proceso creativo de estas cantigas.

–Intento hacer música que no requiera explicación ni ningún preparativo. Siempre me ha molestado tanto en la pintura como en el cine y, por supuesto, la música, que necesiten una explicación para poder seguirlos... me parece que es exigir demasiado al espectador. Este acto es para acercarse un poco más a mi obra; escucharemos música mía y la de músicos que me han influido y contaré un poco el porqué de hacer estas cantigas.

–Ese exceso de ruptura de las vanguardias, ¿es la culpable de que, aún hoy, mucha gente siga teniendo miedo a la música contemporánea?

–Sí, creo que esa etiqueta de "música culta" provocó que mucha gente dejara de ir a los conciertos. Fue una vanguardia demasiado agresiva con el público.

–¿Tiene solución?

–El reencuentro con el público tiene que aunar los esfuerzos de compositores, intérpretes y el propio público. Tenemos que terminar también con el divorcio que ha habido entre intérpretes y compositores: muchos no querían tocar las piezas porque eran excesivamente difíciles. Así, solamente eran interpretadas el día del estreno.

–Sus Cantigas serán interpretadas por la soprano María Ruiz y el tenor Mikeldi Atxalandabaso. ¿Ha tenido ya alguna experiencia con ellos?

–Es la primera vez que trabajamos juntos pero estoy muy contento con la elección de Amigos de la Ópera. La próxima semana me reuniré con el pianista, Carlos Enrique Pérez, y después quiero trabajar con los cantantes tres o cuatro días; es una colaboración que me interesa mucho.

–También la crisis ataca a las orquestas. ¿Podremos mantener en Galicia dos orquestas?

–Espero que sí, hay público para las dos como demuestran los abonos cada temporada. Más miedo me dan las orquestas jóvenes, que son las primeras que podrían cargarse, pero espero que no lo hagan porque son nuestro futuro.

–Y usted como compositor, ¿sufre los recortes?

–Sí, claro, todos los que trabajamos en cultura los notamos, pero también creo que en épocas de crisis se agudiza el ingenio.