Su segundo trabajo se titula "Get cold feet", algo así como "echarse atrás", pero Maryland siempre ha afrontado los retos. El quinteto vigués actuó en el Primavera Sound y recientemente teloneó en Santiago a uno de sus referentes musicales, los neoyorquinos Nada Surf. Mañana (22.00 horas) actúan en casa, en la sala viguesa La Fábrica de Chocolate, en la que será una de las últimas oportunidades -si no la última- de verles presentar en Galicia este segundo álbum.

VISADO habló con Pablo Castelo, bajista del grupo y hermano de Rubén Castelo (voz y guitarra). Otra pareja de hermanos, Arturo (guitarra y voz) y Jaime Gutiérrez de la Cámara (batería), integran este quinteto, que completa Iván Patiño a los teclados. "Sabemos de qué pie cojea cada uno -explica Pablo Castelo sobre los vínculos familiares dentro del grupo-. No nos callamos nada, es una ventaja".

Aunque muy joven, Maryland tiene galones en la escena viguesa, y no para de recibir elogios de colegas como Eladio Santos. Después de su debut con "Surprises" (2009), enriquecieron su sonido, "mezcla de rock con influencias pop", gracias al teclado de Iván Patiño, que ya aparece en los créditos de ese disco. "Toca sintes y moogs, no pianos ni órganos -matiza Pablo-. Seguimos siendo un grupo muy guitarrero, pero el teclado nos da más versatilidad y podemos jugar con los altibajos en las canciones".

Nada Surf, uno de los mejores grupos de "power pop", es uno de sus grupos de cabecera: "Han permanecido fieles a su estilo desde el principio", dice. Al igual que la banda de Nueva York, Maryland canta en inglés. "Nuestros referentes son anglosajones, aunque si tenemos buenas canciones en castellano no nos cerramos a cantar en ese idioma". En sus comienzos llegaron a grabar una canción en gallego "en una tarde" para participar en un concurso de maquetas. Lo incluyeron en un recopilatorio, recuerda Pablo.

El cine es otra de sus influencias. Uno de los temas del disco se titula "Little Miss Sunshine", como la película, y otro de los cortes, "Fury road", está inspirado en "Mad Max".

Los miembros de Maryland dicen estar encantados de promocionar Vigo y Galicia. "Parece que, al estar en esta esquina de la península, se nos hace menos caso que a otras bandas del sur", lamenta Pablo, que subraya la intención del grupo de cuidar a sus seguidores gallegos. Para eso lanzaron un "single" de vinilo en edición limitada, "Something to share" ("Algo para compartir"), y los que compren una entrada para mañana en Vigo podrán llevar a un acompañante gratis. Un detalle con el público vigués en plena crisis. "La gente sigue yendo a conciertos, pero ahora tiene que seleccionar -admite Pablo Castelo-. Igual pagan 40 euros por ver a Lenny Kravitz y no van a otro concierto en dos meses. Lo primero es pagar las facturas".