Ayer inauguraron Les Luthiers su nuevo espectáculo en Vigo, primera noche de un total de cinco citas, ya que el combo argentino repetirá su show hasta el próximo sábado 24. Y el éxito rotundo vuelve a ser la tónica dominante en su festival de instrumentos musicales inventados, humor, música y malabarismos verbales. Parece increíble, pero su estilo permanece fresco e inimitable tras más de 45 años sin tregua.

Lutherapia da un paso más dentro de su particular cosmos de personajes absurdos, necios, a veces réprobos y otras cándidos. Hay ciertos aires de cambio en la estructura del espectáculo donde frente al habitual despliegue de números diversos sin hilazón, el show tuvo una estructura orgánica, más teatral que nunca al suponer, todo él, una historia, una sesión psicológica.

El dechado de diálogos absolutamente desternillantes se vio, claro, interrumpido por números musicales adornados con nuevos y estrafalarios instrumentos informales (como gustan en denominar a sus invenciones sonoras).

Por supuesto, el aforo del auditorio Mar de Vigo estaba completo y la entrega del público fue rotunda. Los aplausos entrecortaron no pocas veces los diálogos, aunque menos de lo que lo hicieron las carcajadas. ¿Podía ser de otro modo? Les Luthiers visitaron Vigo en el pasado, su leyenda de genios del humor crece justificadamente actuación tras actuación, y Lutherapia, con sus ligeras dosis de novedad, no va a ser menos habida cuenta del éxito, sin paliativos, de su estreno en el nuevo auditorio vigués. Casi mil quinientas almas se rindieron a su genio.