"Agarrad con fuerza el libro. Da inicio la historia del niño que creció sin amor, del hombre (...) que antes, ahora y siempre será conocido como...El Héroe". Con el fondo negro del universo y estas palabras se inicia El héroe, última novela gráfica del ourensano David Rubín. Junto a Aventuras de un oficinista japonés, de José Domingo (coruñés de adopción), forman parte del listado de los diez mejores tebeos editados en España en el último año, y únicos libros gallegos del ranking.

Ha sido el Salón de Cómic de Barcelona, el evento de viñetas más importante de España, el que los ha seleccionado como finalistas del premio Mejor obra de autor español, cuyo ganador se conocerá en mayo. Entre sus competidores, Alfonso Zapico con Dublinés; Aleix Saló con Españistán; Mireia Pérez con La muchacha salvaje, Keko con La protectora o Paco Roca con Memorias de un hombre en pijama.

Este último –Premio Nacional de Cómic y con varios Goya por Arrugas– ha alabado la última obra de Rubín (Ourense, 1977) quien aseguraba ayer que "no dejo que lo que me dice se me suba a la cabeza". "Ya desde el primer dibujo que vi de él, me atrajo la manera tan personal y la fuerza de su trabajo. Desde entonces, le envidio", escribe Paco Roca en el prefacio de El héroe.

Este cómic, publicado en España e Italia, llegará a Francia en septiembre. Se trata de un tebeo de unas doscientas páginas. Los lectores podrán devorar la segunda parte en Navidad. Devorar, sí, porque la historia que ha tejido Rubín sobre los trabajos de Heracles (Hércules) "engancha hasta el final", destaca Roca.

Con una ´puesta en escena´ audiovisual, con continuos flashbacks y flashforward, presenta el mito de Heracles de forma postmoderna como héroe en la pantalla mediática aclamado por masas. Sus hazañas siguen teniendo lugar en Grecia, con los dioses del Olimpo de por medio, pero algo se ha modernizado. Este Heracles, deja vía libre a dos cazas para que bombardeen una zona; utiliza Ipod; protagoniza campañas de moda...

"Me di cuenta –señaló Rubín– de que el mito era más maleable de lo que parecía, que se le podía sacar más jugo. Buscaba huir de los clichés de los tebeos de aventuras. Heracles es el germen de cualquier héroe, la base para un mito moderno. Tiene una historia atractiva y dramática". Como añadido, en una de las páginas Superman le echa en cara que no tiene amor propio. "El género de aventuras y héroes está de capa caída; es un refrito de los años 30 y 40, pero yo creo que aún puede expresar más. Este es un héroe diferente de los que proceden de EEUU", añade.

La rivalidad envidiosa con José Domingo es nula. Rubín, ha escrito el prólogo de Aventuras de un oficinista japonés donde destaca la "capacidad de sorprender" y "el imaginativo uso del color" que realiza su compañero. Ambos trabajan en el Estudio La Pelu, en A Coruña, donde antaño había una peluquería.

Para Domingo, esta es la primera nominación en el Salón de Barcelona. La ha conseguido con una obra muda que le debe mucho a la ciudad condal. "Allí, en el Salón de 2009 contacté con la editora, aunque la historia comenzó como un fanzine para las Xornadas de Ourense", recuerda quien ha ideado un tebeo de más de un ciento de páginas "creándolo a medida que el personaje avanzaba por el escenario, viñeta a viñeta, sin un guión ni estructura previos".

La historia, con un enfoque visual fijo de cuatro viñetas por página, está protagonizada por un oficinista japonés que, tras salir de trabajar, disfruta y sufre rocambolescas aventuras como vivir en un motel el amor con la camionera que lo atropella; o entrar en una casa de cuáqueros con cuerpos descuartizados.