Cada año en los hospitales públicos de Vigo, Santiago y A Coruña se trata, en las unidades de oncología pediátrica, a una treintena de niños con cáncer. El próximo 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer y los oncólogos reclaman tener una Unidad de Día totalmente independiente para tratar a estos enfermos. En Vigo esta unidad se encuentra dentro del área general de pediatría del Hospital Xeral y cuentan con cuatro camas y dos más de aislamiento.

"Estos niños son un colectivo muy especial y requieren un mimo también especial", destaca el jefe del servicio de Pediatría, José Ramón Fernández Lorenzo. Así, esta unidad independiente "permitirá a los niños y sus familias que accedan a ella sin entrar en el follón del hospital cuando vayan a recibir sus tratamientos. Además, querríamos que dispusiera de su propia área de juegos y otros servicios para las familias, un toque más humano ya que hay niños que tienen que pasar 8 ó 10 horas de tratamiento", justifica.

Aparte de este espacio, los niños con cáncer reciben un trato especial en los hospitales. Las familias acuden sin cita previa a los especialistas, localizan a los médicos sin problema telefónicamente para resolver cualquier duda, eligen sus comidas y todo el equipo se implica y flexibiliza los horarios para que los pequeños no pierdan el curso escolar y sus vidas sigan, en la medida de lo posible, su curso normal.

El cáncer no es muy frecuente en la infancia y la adolescencia: supone entre un 0,5% y un 1,5% del total de cánceres. En España, el último año se diagnosticaron casi mil casos en menores de 15 años. Sin embargo, es la primera causa de muerte por enfermedad en los niños.

El Registro Nacional de Tumores Infantiles, ubicado en Valencia, comenzó a funcionar en 1980 y, desde entonces, ha registrado 20.747 casos en toda España. Casi todos se concentran en las unidades de oncología pediátrica, unas cuarenta en todo el país.

En Galicia actualmente se trata a pacientes de oncología infantil en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, el Hospital Xeral de Vigo y el Materno Infantil de A Coruña, siendo el primero el centro de referencia en los casos de leucemia. Tan solo los pacientes con tumores óseos y algunos muy raros como los oculares son remitidos a hospitales de fuera de Galicia, principalmente a Barcelona, para que les operen, aunque los tratamientos posteriores los reciben en Galicia. Por el momento solo han tenido que remitir a dos enfermos.

El equipo de oncología pediátrica del Hospital Xeral de Vigo está formado por tres doctoras: Luisa Aymerich, Mar Portugués y María Tallón, que se vuelcan a diario en sacar adelante a sus niños. Al año ven entre 15 y 20 casos nuevos (solo tumores sólidos, ya que las leucemias, que es el tumor más frecuente en los niños, en este hospital corre a cargo de los hematólogos de adultos).

"El cambio desde los años 80 es espectacular. La supervivencia ahora es muy grande", asegura la doctora Aymerich, que lleva más de 20 años tratando a los niños con cáncer. Cuando ella comenzó, el panorama era muy diferente. Sobrevivía algo más de la mitad de los enfermos por lo que para los médicos era muy duro enfrentarse a los padres para darles la temible noticia: "Su hijo tiene cáncer".

"Hoy se han unificado los criterios y tratamientos en toda Europa lo que, unido al diagnóstico precoz, consigue que cada vez más pacientes sobrevivan a la enfermedad", explica la doctora Tallón.

Por otra parte, el doctor Fernández Lorenzo asegura que los tratamientos son mucho más elaborados y controlados y, "gracias a la genética, se personalizan para cada paciente, lo que les hace ser mucho más eficaces". También los efectos secundarios se han hecho más suaves, "aunque eso no evita que en algunos casos la alopecia sea inmediata", advierte.

La leucemia es el tipo de tumor más abundante en los niños, seguido por los linfomas y los cánceres del sistema nervioso central (tumores cerebrales especialmente). Algunos tumores son de tipo embrionario. "Estas patologías, como se detectan en el periodo neonatal, suelen tener muy buen pronóstico: se operan y, habitualmente, ni siquiera precisan más tratamiento", apunta el pediatra.