La loza de autor tiene un espacio propio en Vigo. "La mesa" es un proyecto capitaneado por Miguel Vázquez, profesor de la Escuela de Artes y Oficios (Emao), y la Escola Municipal de cerámica de Nigrán en el que cada mes un joven autor gallego muestra su talento a la hora de poner la mesa.

Desde que comenzó, ya han dejado su huella en este particular espacio cinco artistas: Marta Miñambres, Iñigo Almeida, Verónica Carrera y Teresa Irisarri. Actualmente –y hasta el 17 de este mes– presenta sus piezas Raquel Cendón, una colección en la que la cerámica se da la mano con la pintura y la ilustración creando piezas de una gran belleza.

"Esta propuesta se sitúa en el territorio que va desde el diseño hasta la obra de autor para uso cotidiano. La idea surge por la necesidad de llenar el vacío existente a nivel de espacios que puedan acoger este tipo de obras en el ámbito de la cerámica en nuestra ciudad", explica Miguel Vázquez que, además, será el encargado de "poner la mesa" a comienzos del nuevo año.

Hasta el momento, las intervenciones han demostrado las variadas posibilidades que ofrece esta disciplina, con tendencias que abarcan desde la tradición hasta el neo-diseño.

"La variedad de la cerámica, que permite crear desde objetos utilitarios a escultura y hasta mobiliario, es lo que más me atrae", explica Raquel Cendón. Esta viguesa entró en contacto con la cerámica cuando estudiaba Diseño de interiores. Se formó durante cinco años con Miguel Vázquez en la Emao y actualmente trabaja las piezas en un taller compartido con otros nueve artesanos. "Vendo las piezas en tiendas o por encargo, pero las más artísticas es difícil darles salida, más en estos tiempos. Para la exposición quería dar rienda suelta a mi imaginación sin pensar en la parte comercial", describe. Contó con la colaboración de los artistas Javier Aguilera y María Viñas para los dibujos que decoran las estilizadas piezas.

Pero, ¿se puede comer y beber en estas piezas artísticas? Los autores las han concebido con esta misión utilitaria y desean que no sean vistas como objetos decorativos. "Hay que perder el miedo a romper las cosas", alienta Cendón.

Con ella coincide Verónica Carrera, que expuso en abril una propuesta repleta de color. "Todos queremos hacer piezas que resulten bellas, pero las concibes pensando en su uso; hay que conseguir un equilibrio entre diseño y funcionalidad", opina. Cuencos, soperas, bandejas y salseras de colores vivos son la forma con la que esta viguesa anima a la gente a "llenar de alegría sus comidas".

Campeona de natación gallega, Carrera comenzó a trabajar la cerámica hace trece años, durante una estancia en Estados Unidos donde cursaba con una beca. "La cerámica es mi terapia cuando salgo de trabajar", asegura la viguesa que, actualmente, dirige una empresa de importación y exportación de pescado congelado. A esta disciplina le dedica casi todas las tardes y pronto tendrá su propio taller que construye en su casa.