Hace 25 años, la diseñadora Geli Torres y Sandro Portela comenzaban un sueño. Decidieron bautizarlo con el nombre de Oky Coky. Aunque no lo han dicho, seguramente, no imaginaron en aquel momento que algún dían soplarían las 25 velas del cumpleaños celebrando que una futura reina llevaría sus modelos. Transcurrido el tiempo, el trabajo se ha visto recompensado y televisiones de todo el mundo han mostrado un vestido blanco de cóctel de la firma que doña Letizia seleccionó para su visita oficial a Chile.

"Estábamos viendo el Telediario de las nueve de la noche cuando la vimos con un vestido blanco. Era nuestro vestido", recuerda Sandro Portela. La única pega fue que las revistas reinas del cotilleo estiloso (Hola, Lecturas) atribuyeron mal la confección. "Escribieron que era de Felipe Varela cuando era nuestro. En las versiones en internet, ya está corregido", explica.

Aún así, la elección de Oky Coky por la princesa de Asturias se ha propagado. Clientes de Reino Unido e Irlanda –los dos principales mercados extranjeros de la marca gallega– se han puesto en contacto con la firma para felicitarla, por haber sido elegida por una famosa de una casa real.

Portela, director de la empresa, no resta importancia a lo sucedido pero, por otra parte, se muestra modesto y cauto. Para sacarle las palabras, es preciso preguntarle y repreguntarle. "No cabe duda de que todas estas cosas favorecen. Hemos recibido ya peticiones para recibir este vestido, en Facebook preguntan dónde se puede comprar. Ha sido una bomba informativa que dispara la notoriedad de la marca", detalla.

Preguntando a la Casa Real, Oky Coky pudo saber que además del vestido blanco de Chile (de nombre Pomo y con un coste de poco más de 200 euros), la princesa ha elegido también para su guardarropa otros dos estilismos de la compañía viguesa que aún no ha estrenado.

"Este vestido –aclara Sandro Portela– no es alta costura pero sí está bastante elaborado. No es caro. Desde la Zarzuela nos han comentado que la princesa atiende a los precios además del diseño. No es elitista, sino que busca vestirse como la gente de la calle".

Como añadido, un punto a favor de la marca que rehúsa externalizar la producción: "Nosotros trabajamos con talleres de Galicia y del Norte del Portugal.Hace siete años fabricamos una serie de la colección en India y solo hicimos una campaña allí. La calidad no se adecuaba a lo que buscábamos. No le vismos futuro".