A las afueras de Pontevedra, en la parroquia de Bora, hace doce años que la ideas crecen como setas. Una firma, distinguida recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente con un premio de excelencia a la innovación de mujeres rurales –también ganó el premio al Joven Empresario de Galicia 2010– ha entrado en el selecto olimpo de la exportación de unos peculiares cultivos ecológicos: Extractos de setas medicinales. Desde Galicia, ya viajan hasta Nueva Zelanda, avaladas por estudios que las proponen como aliadas del sistema inmunológico. Y las setas cuentan con el certificado del Consello Regulador de Cultivo Ecológico.

Se trata de la única empresa en Europa que exporta estas cápsulas, aunque en Oriente los efectos de hongos como el "shiitake" se conocen hace décadas. La gerente, Catalina Fernández de Ana apostó por la selección de setas de todo el mundo para cultivarlas aquí mismo, en Pontevedra, en un microclima único como el de das Rías Baixas. Así lo explica el responsable de marketing de "Hifas da Terra", David Pérez.

Las empresas que comercializan productos similares "están contadas", así que sus líneas para adultos y niños se solicitan ahora en herboristerías y farmacias de diversos lugares del planeta. "No es un medicamento, sino un complemento", puntualizan fuentes consultadas. La demanda llevó a la firma a iniciarse hace cinco años en esta nueva área de negocio: el extractado y encapsulado de diferentes variedades de setas medicinales, con nombres tan curiosos como "cola de pavo" o "melena de león". Son tratamientos naturales "sin efectos secundarios", puntualiza Fernández de Ana, con una gran aceptación en países como "Francia, Italia, Grecia o Nueva Zelanda", donde ya están presentes, aunque más lenta en España, reconoce la bióloga.

"Los hongos tienen propiedades inmunorreguladoras que permiten estabilizar los ciclos por los que pasa nuestro organismo y que se hacen patentes cuando nos ponemos enfermos", aseguran. Así comenzaron a desarrollar estos complementos nutricionales dirigidos a aumentar las defensas, puesto que de otra forma "habría que comer muchas setas" para que los beneficios fueran palpables. "Trabajamos con setas medicinales y seguimos procedimientos científicos avalados", explica.

A pesar de que este año, la mitad de las variedades de setas silvestres no han salido a causa del retraso en las lluvias de septiembre, David Pérez asegura que los cultivos de tronco al aire libre, como el citado, no se vieron afectados. "A nivel de recogida de seta silvestre" –otra de las áreas en las que se centran, la comercialización– "hubo algunos muy tardíos", reconocen no obstante.

Y también acaban de abrir un centro de interpretación micológica; uno de sus proyectos más reciente. El goteo continuo de visitas al "jardín de micología", la casona del siglo XVIII en el que se ubica la firma, les llevó a la idea de dotar la infraestructura de un centro de interpretación con el objetivo de que los hongos dejen de ser un secreto para los visitantes.

La gerente de la empresa y bióloga, Catalina Fernández de Ana, es la artífice de esta idea que cuando nació quería plasmar su proyecto de fin de carrera y que arrancó con la comercialización de setas ecológicas y kits de producción caseros: pequeños sacos en los que, al cabo de unos días, brotaban champiñones aptos para el consumo doméstico.

Además de varios estudios (firmados por Yamaguchi Y., Miyahara E. o el más reciente, dirigido por Shah S.K.) la página web del Instituto de Micoterapia Internacional incluye referencias a los efectos beneficiosos para el metabolismo de algunas setas medicinales y de la combinación de extractos.