A pocos les extraña ya que una despedida de soltero acabe en un club de alterne. Más aún, institutos gallegos alertan de que jóvenes de 16 años juntan sus pagas de fin de semana y se turnan para disfrutar de los servicios de una meretriz. El acercamiento a la prostitución por parte de las nuevas generaciones es algo socialmente aceptado, una opción más de ocio en la que los jóvenes no reparan en la trastienda del negocio, casi siempre en manos de mafias.

La crisis no parece afectar a los clientes de la prostitución y la demanda está aumentando. Así lo denuncian desde la Asociación Faraxa de Vigo por la abolición de la prostitución que alerta de ese rejuvenecimiento de la clientela. "La concienciación desde edades muy tempranas es básica para terminar con estas situaciones de explotación sexual;_en las charlas que damos en los institutos nos damos cuenta de que los chicos conocen perfectamente lo que es la prostitución, lo que significan las mafias pero, simplemente, no les importa", lamenta Carmen Lago, presidenta de Faraxa.

"Nos han llamado de institutos para contarnos que los chavales se turnan las pagas para que cada fin de semana uno del grupo se vaya con una prostituta; hasta ese punto está normalizado", alertan. Por ello, Faraxa apuesta por sensibilizar a los jóvenes desde más pequeños, en sus casas, "para que se den cuenta de todo lo que hay detrás de una prostituta, las terribles mafias de explotación sexual que controlan a más de 90 por ciento de las meretrices, y evitar la normalización a la que estamos llegando".

El amplísimo número de ofertas –"que los chavales pueden ver en cualquier periódico"–, una mayor permisividad y un nivel adquisitivo más alto hace que los jóvenes se aproximen más fácilmente a ella. Con 20 euros tienen sexo fácil, es una opción que pueden permitirse", describen desde Faraxa.

Esta asociación quiere poner especial énfasis en la importancia de dar visibilidad a los clientes, que son responsables de este aumento de la prostitución. "Siempre se habla de las prostitutas y se invisibiliza a los clientes, pero está claro que si aumenta la demanda, aumenta la oferta, por lo que ellos son, junto a los proxenetas y todos los que se lucran, responsables de esta situación", denuncia Lago.

La cultura de la inmediatez, la voluntad de obtener de forma rápida y sin esfuerzo el sexo sin compromiso han sido factores clave para este cambio de perfil. "Al final es todo un problema de desigualdad de género, de relaciones de poder, de discriminación y de dominación del hombre sobre la mujer que siguen siendo una realidad", aseguran desde la Comisión de Malos Tratos. "

Por otra parte, el 93% de las prostitutas que ejercen en Galicia proceden del extranjero y muchas de ellas desempeñan su labor bajo el control de redes mafiosas. "Son mafias organizadas, muchos clanes familiares, que cobran hasta por el espacio de la calle", declara Lago.

Su origen va cambiando, pero la mayor parte vienen de Brasil, Colombia y República Dominicana, aunque últimamente también hay muchas mujeres rumanas y paraguayas. "Son muy jóvenes, sobre todo las rumanas"

Además de este perfil más joven de los clientes, desde Faraxa destacan el cambio de ubicación. "Antes se encontraban sobre todo en los clubes de alterne y en los barrios chinos, pero ahora hay una gran proliferación de pisos y se prostituyen mucho más en la calle; ellas dicen que se sienten más libres, pero hay que alertar de que en la calle son mucho más vulnerables", destacan.