Es el fantasma la figura que más terror infunde en el gallego Darío Vilas (Vigo, 1979). No obstante, ha echado mano de los zombies como gancho para su primera novela, Instinto de supervivencia, que Dolmen Editorial publica a partir de mañana. La sinopsis del libro, confiesa su creador, "es compleja": dos personas –un adulto y un niño- sobreviven a un holocausto zombi encerrados en un sótano hasta que, al acabarse la comida, deciden salir fuera realizando un viaje por mar. Lo que ocurre después es una incógnita sólo descifrable para quien lea el ejemplar.

No obstante, el autor avisa: "Los zombies son una excusa para contar otra cosa. Son seres desposados de alma, por eso, se usan como algo metafórico" constituyendo un hilo del que autores de todo el mundo han ido tirando durante años desde que en 1968 George A. Romero mostraba al mundo La noche de los muertos vivientes.

Como añadido, el libro del vigués contará con portada de Alejandro Colucci, un ilustrador que ha estampado sus dibujos en las cubiertas de obras de la mítica Anne Rice, autora norteamericana de best sellers sobre temática gótica y religiosa. "Cuando me dijeron que Colucci ilustraría mi portada quedé alucinado. Con él, los personajes han cobrado vida", señala el autor vigués.

Autor de relatos y alma de la web www.h-horror.com, Darío Vilas reconoce que la publicación de esta novela ha sido "muy complicada. A pesar de tener la carta de presentación de relatos anteriores, la crisis también ha afectado a la literatura y los editores se lo piensan mucho antes de publicar. Dolmen ya tenía una línea de zombies así que fui directo pero tuve que esperar varios meses y varios informes de lectura".

Instinto de supervivencia tampoco tuvo un nacimiento claro. "Yo estaba escribiendo otra novela que era más intimista, introspectiva. Como era la primera vez que escribía una novela, explica, contacté con un compañero. Le gustó pero buscaba terror y acción y me recomendó que buscara un arranque potente, que enganchara al lector. Me aconsejó escribir un capítulo introductorio. Como me meto mucho en la trama, empecé y cuando me di cuenta, en vez de un capítulo tenía una novela".

A pesar de lo arduo que pueda parecer, Vilas asegura: "Me sentí muy cómodo en el traje de novelista, hay mucha incertidumbre, si encajará o no en mi estilo. Los nervios están ahí".

"Me he movido en el mundo editorial, he podido hablar con escritores a los que admiraba. Eso me ha encantado, fascinado. Ha acabado siendo mi medio de vida", agrega una persona que, sin embargo, no cree que pueda vivir de ser escritor. "Es complicado dedicarse a escribir", concluye.