Los papeles que guardaba en su archivo personal el escritor Carlos Casares, y toda su biblioteca personal –compuesta por unos seis mil volúmenes– se guardarán, al menos durante los siguientes treinta años, en la Cidade da Cultura para proceder a su estudio, fomentar y difundir el conocimiento general del patrimonio cultural gallego y contribuir a la formación de investigadores. Así lo señala el acuerdo que anunciaron ayer la presidenta de la Fundación Carlos Casares, Kristina Berg, y el conselleiro de Cultura, Roberto Varela.

La cesión gratuita en régimen de comodato del archivo del que fue también presidente del Consello da Cultura Galega, de modo similar a como lo hizo el intelectual y galleguista Isaac Díaz Pardo –aunque este estableció, de entrada, el doble de tiempo para dicho préstamo– "beneficiará", según el titular del departamento de Cultura, "a todos los gallegos".

No solo los seis mil volúmenes de Casares contribuirán a engrosar las estanterías de la inmensa Biblioteca de Galicia, sino que en el paquete se incluyen también cerca de 7.000 documentos en papel que ya han sido inventariados y alrededor de 2.500 imágenes.

Y es que, como explicó Roberto Varela, el autor de "Vento ferido" era un "bibliófilo pertinaz", ya que "después de sus visitas a los libreros, su biblioteca se hacía un poco más grande y su casa algo más pequeña". Así, fue creciendo hasta alcanzar seis mil volúmenes, "muchos de ellos", subrayó el responsable de Cultura de la Xunta, "primeras ediciones adornadas con dedicatorias personales". La biblioteca de Casares contiene libros de toda índole, algunos de los años treinta recibidos por herencia, aunque en su mayoría se encuadran en los 60 y los 80 del pasado siglo.

En cuanto al archivo, incluye manuscritos y mecanoscritos de novelas, cuentos, artículos, ensayos, cartas, notas y borradores, recortes de prensa o conferencias. Para Varela el archivo personal del escritor no es menos valioso, ya que "contiene varios miles de documentos reveladores de su forma de ser, de pensar y de trabajar" en sus "distintas actividades, como escritor, editor, académico, parlamentario o periodista". Por ello, aseguró que la "importancia de estos documentos no solo se circunscribe al conocimiento" que pueden otorgar "del propio escritor", sino también por el hecho de que "son relevantes testimonios de la historia y de la evolución de la cultura gallega de las últimas décadas".

No en vano, subrayó, Casares fue "uno de los grandes dinamizadores de nuestra cultura en la segunda mitad del siglo XX". En ese sentido, recordó que "tomó parte activa en algunas de las empresas e instituciones culturales más importantes de nuestra tierra", en alusión a la Real Academia Galega, la Editorial Galaxia, el PEN Clube, el Parlamento de Galicia o el Consello da Cultura Galega. "Recorrer su archivo es como dar un agradable paseo por cuarenta años de cultura de nuestro país", enfatizó.

La Biblioteca de Galicia y el Arquivo de la Cidade da Cultura, añadió, son el lugar "más adecuado" para la preservación y difusión d estos fondos, "así como para el fomento de su uso en pro de la investigación y del conocimiento de nuestro patrimonio cultural". "Ayudar a difundir la herencia de Carlos Casares es el mejor homenaje que le podemos hacer a alguien tan comprometido con Galicia, con nuestra lengua y con nuestra cultura", concluyó.