El empresario fallecido hoy en accidente de tráfico, Alfonso Paz-Andrade, concedió a FARO esta entrevista en junio de 2011 con motivo de la dedicación del Día das Letras Galegas de 2012 a su padre, Valentín Paz-Andrade.

–¿Cómo ha acogido la familia este reconocimiento?

–Con gratitud y sorpresa. Nos sentimos muy honrados. Mi padre también estaría muy contento de que se lo diese una academia que preside Ferrín, a quien defendió cuando fue detenido y acusado, injustamente, de desorden público, y con quien mi padre siempre estuvo muy unido.–Su padre fue ensayista, poeta, empresario, abogado y un reconocido galleguista. Pero, ¿cómo era como persona?

–Hay un libro suyo, "Galicia como tarea", que condensa su vida. Esta fue, desde que tengo uso de razón, su prioridad. Incluso por encima de la familia, lo más importante era la llamada de su Galicia, de la Galicia que él entendía.

–¿Y cómo la entendía?

–Fue uno de los galleguistas históricos, uno de los fundadores del Partido Galeguista, compañero de Castelao y de toda aquella gente, en un momento distinto al que vivimos ahora, en el que el galleguismo era más genérico, más amplio, con conceptos incluso más universales que los que podamos profesar ahora y que aún tiene algunos aspectos sin desarrollar.

–¿Cuáles?

–El de una Galicia más vertebrada, más unificada...

–Si tuviese que destacar alguna enseñanza de su padre, ¿cuál sería?

–Era un hombre muy leal. También con una personalidad inquebrantable ante sus principios. Recuerdo a mi padre, cuando yo tenía 16 años, en la cárcel, detenido, por un artículo que se publicó en "Industrias Pesqueras". Era un artículo sin firmar, pero él, como director, entendió que debía cumplir la condena. Y esa firmeza de carácter la tenía en todo lo que defendía.

–¿De qué le acusaron?

–De una falta leve de ligera irresponsabilidad a la autoridad. Así consta en el sumario.

–¿De qué año estamos hablando?

–De 1957.

–Una etapa difícil para expresar determinadas opiniones, pero aún así, su padre no se rindió...

–Su vida fue muy ajetreada. Fue detenido en otras ocasiones y desterrado en varias ocasiones a Verín, Castro Caldelas, A Pobra de Trives y Villanueva de la Serena (Badajoz), donde coincidió con Castelao, y sufrió un atentado en pleno Príncipe. Quedó tendido en medio de la calle, con cinco disparos de bala. Una no se la pudieron extraer y fue enterrado con ella.

–¿Llegó usted a conocer a Castelao?

–No, pero me pusieron mi nombre en su memoria.

–Su padre también fundó la tertulia del café Alameda, donde se daban cita intelectuales y artistas de Vigo.

–Cerrado el Derby, intelectuales y artistas como Laxeiro, Colmeiro, Lugrís, Francisco Fernández del Riego, Maside, el periodista Celso Collazo, que fue director de la agencia Efe y que también escribió varios artículos en FARO, comenzaron a reunirse en el café Alameda. Maside era muy amigo de mi padre; un hombre con un fuerte carácter.

–Todos lo tenían, ¿no?

–Era gente con mucha formación en una época donde la formación no abundaba, y con unos criterios más firmes, más sólidos, por lo que no era de extrañar que entraran en confrontación, aunque siempre dentro de una fraternidad tremenda.