Tras obtener 600 millones de usuarios en apenas ocho años, el software de videoconferencia Skype ha pasado a formar parte del gigante Microsoft, según el acuerdo anunciado el martes por ambas empresas y que le ha costado a los responsables del sistema operativo Windows la friolera de 8.500 millones de dólares (5.985 millones de euros).

Los analistas han mostrado ya sus dudas sobre cómo integrará el gigante tecnológico a sus negocios el de Skype, y cómo hará rentable a esta popular compañía que utilizan habitualmente 170 millones de personas en todo el mundo, pero que no cobra por sus servicios básicos y que acumuló unas pérdidas de 6,9 millones de dólares en 2010.

¿Qué es Skype? Se trata de un programa informático creado en 2003 por el danés Janus Friis y el sueco Niklas Zennström que aprovecha la tecnología VoIP, es decir, la posibilidad de transmitir voz y vídeo en tiempo real por las redes de Internet. Quienes tengan en su ordenador Skype pueden comunicarse gratis con otros, sin importar en qué lugar del mundo estén. Además la aplicación informática permite a sus clientes llamar a teléfonos convencionales, fijos o móviles, con diferentes tarifas según el país de destino. De este modo, quien utiliza Skype puede desde su PC contactar directamente con las personas que están ante otros ordenadores, en teléfonos móviles e incluso televisores dotados de este programa (y una webcam) para hablar y verse.

Skype viene a ser la clásica videoconferencia de las películas de ciencia ficción del siglo XX, pero con más posibilidades: es un chat –sistema de mensajes instantáneos de texto–, un fax y un contestador –el servicio de buzón de voz es de pago– y en algunos países, puede sustituir al teléfono –al marcar un número que se ha comprado, la llamada "suena" en el aparato Skype–.

En el año 2005, la empresa fue adquirida por eBay por 2.600 millones de dólares, pero posteriormente se deshizo del 70% de la participación en favor de los titulares de la tecnología que hace posible este programa.

En los últimos tiempos Skype ha crecido exponencialmente al poder instalarse en ordenadores con otros sistemas operativos (como Macintosh o Linux) así como en teléfonos como el iPhone de Apple o Android, software desarrollado por Google. De hecho, los analistas consideran que la compra de Skype ayudará a Microsoft a impulsar las ventas de teléfonos móviles con su sistema Windows Phone 7. El gigante tecnológico ya llegó en febrero a un acuerdo con Nokia y la compra de Skype revela su objetivo de hacerse fuerte en el mercado de los "smartphones".