"Smile", el disco inédito más famoso de la historia del rock, verá la luz a lo largo de este año, más de cuatro décadas después de que los Beach Boys, el archifamoso grupo norteamericano, renunciaran a seguir adelante con el proyecto. Para celebrar el 50 aniversario del nacimiento del grupo, que se formó en 1961 en Hawthorne (California), el sello Capitol/EMI ha anunciado que publicará en 2011 todo el material que la banda grabó entre agosto de 1966 y principios de 1967, bajo el título de "The Smile Sessions".

La discográfica hará el lanzamiento en todos los formatos posibles: doble CD y vinilo, una descarga de iTunes y una caja de edición limitada que, además de las principales canciones del ciclo, incluirá maquetas, tomas alternativas, mezclas instrumentales o solo vocales de los temas y retazos de diálogo entre los músicos y los ingenieros de sonido.

Beneplácito

El proyecto de "The Smile Sessions" cuenta con el beneplácito y la colaboración de los tres miembros del quinteto californiano que aún viven, Brian Wilson, Mike Love y Al Jardine –los otros dos, Dennis y Carl Wilson, hermanos de Brian, fallecieron, respectivamente, en 1983 y 1998–, y se anuncia como la versión más acabada y próxima a la idea original de una obra legendaria, el disco con el que Brian Wilson quería dejar pequeños a los Beatles y superar sus anteriores obras maestras, el álbum "Pet Sounds" y el single "Good Vibrations".

Wilson y los de Liverpool mantenían en esos años una cerrada pugna creativa, con el trono del grupo más innovador del momento en disputa. El líder de los Beach Boys quedó fascinado por "Rubber soul" (1965) y los "fab four" por "Pet sounds" (1966). La competencia entre ambos, tanto en las listas de éxito como en el estudio, era notoria, y Wilson quiso ir aún más lejos con "Good vibrations", editado en octubre de 1966.

Con el fin de alcanzar la perfección que ambicionaba para su música, ideó un sistema modular de grabación que consistía en despiezar las canciones y registrar por separado cada sección, en ocasiones varias veces y en distintos estudios. Luego, elegía las versiones de cada parte que más le gustaban, las editaba en un máster instrumental y añadía las voces. El método funcionó para "Good Vibrations", que duraba 3.39 minutos, pero se reveló imposible cuando Wilson afrontó el proyecto de "Smile", un álbum completo.

Con este sistema de trabajo, cercano a los presupuestos de la llamada "música concreta", el compositor grabó decenas y decenas de fragmentos que podían combinarse de varias maneras, ayudado por los mejores músicos de estudio de Los Ángeles.

Sin embargo, llegada la hora de poner orden a todo aquello, Wilson fue presa de su obsesivo perfeccionismo y se perdió mientras intentaba hacer algo coherente con aquel caótico montón de cintas.

La criatura fue víctima de su creador y este, a su vez, de las drogas que en aquella época ingería abundantemente, aislándole del resto de los miembros de la banda. Emblema de ese aislamiento es la enorme urna de cristal con el suelo cubierto de arena de playa que Wilson se hizo instalar en el salón de su casa. Dentro de ella puso su piano y, sentado al teclado, componía.

Con ese piano, el músico escribió canciones como "Surf´s up", "Heroes and Villains", "Wonderful", "Cabin Essence" o "Wind Chimes", canciones que los aficionados conocen en versiones posteriores, publicadas en álbumes como "Smiley Smile" (1967), "20/20" (1969) o "Surf´s Up" (1971), pero no en las originales, las que se grabaron para "Smile" y dejaron a Wilson al borde del colapso nervioso.

Registros sonoros

Es en ese ingente depósito de registros sonoros donde el ingeniero Mark Linett y el archivista Alan Boyd han buceado para hacer su propuesta de lo que "Smile" debió ser y, cuarenta y cinco años después de su concepción, finalmente, será.

Bautizado por su creador como "una sinfonía adolescente dedicada a Dios", el disco llegó a tener hasta portada, pero nunca se puso a la venta. El proyecto fue archivado por varias razones; algunas ya se han expuesto, pero hay, al menos, dos más. La primera, el rechazo que los métodos de grabación de Wilson terminó provocando en sus compañeros; la segunda, el litigio con Capitol Records en el que el quinteto se vio inmerso por favorecer al sello independiente que había fundado a finales de 1966.

Ésta no es la primera vez que se anuncia la publicación de "Smile", cuyas sesiones llevan años circulando parcialmente en ediciones piratas; de hecho, el propio Wilson reeditó el proyecto en 2004 con ayuda del letrista Van Dyke Parks, grabando de nuevo todo el material con otros músicos. Sin embargo, lo que Capitol/EMI promete sacar ahora a la luz es lo que ni la compañía ni los Beach Boys quisieron compartir con el público en 1967. Cuando lo escuchemos, sabremos por qué.