Dentro de dos fines de semana, el día 8 de mayo, se celebrará el curro de A Valga, el primero de la temporada en Pontevedra, tal y como estaba previsto, y en semanas sucesivas le seguirán los de Torroña, Mougás, en Oia, y Morgadáns y San Cibrán, en Gondomar. La amenaza de los asociaciones caballares de A Groba, O Castrove, Serra do Suído, Monte Acibal, A Valga, Morgadáns y Monte Galiñeiro de suspender las tradicionales celebraciones por la insistencia de la Consellería de Medio Rural de identificar a los animales mediante un chip no tendrá que hacerse realidad –de momento– gracias a una "tregua" establecida entre ambas partes.

Así describió ayer la situación Santiago Bas, de la Asociación Cabalar Monte Acibal, tras la reunión que representantes de las asociaciones mantuvieron con el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, y el director xeral de Produción Agropecuaria, José Álvarez Robledo. "La Xunta se compromete a no tomar ninguna iniciativa que nos perjudique ante la celebración de los curros y nosotros nos comprometemos a ir poniendo un poco de orden", explica el también biólogo. Bas reiteró que, tras dos horas de intensa reunión, la consellería dirigida por Samuel Juárez "se comprometió" a no "molestar el desarrollo de los curros porque quieren que los curros vayan adelante". "Haremos los curros con el visto bueno de la consellería", afirmó.

Un objetivo irrenunciable

Mientras, la versión de la Xunta, a través de Álvarez Robledo, es que el Gobierno "seguirá presionando" a los propietarios para "conseguir que toda la masa de ganado se identifique", aunque concedió que dicho objetivo no se alcanzará en "24 horas". Por ahora, comunica a los propietarios de caballos que el Gobierno autonómico no prohibirá la rapa porque se realiza en el lugar de explotación, pero les avisa de que "no podrán" llevar a los animales a un matadero.

La rapa das bestas, "aunque se haya convertido en un tema de interés", concede el director xeral de Produción Agropecuaria, "no deja de ser una práctica que hay que hacer con el caballo en el momento". "El hecho de que tengas una campaña de identificación no impide que hagas las campañas habituales que tienes que hacer", señaló, la postura que defendió anteayer Juárez.

No obstante, tal y como subrayó Bas, solo se trata de una "tregua" y las reivindicaciones de los ganaderos siguen sobre la mesa. Estos siguen negándose a identificar a los caballos mediante el chip, que consideran un método "demasiado caro". Respecto a la política de subvenciones de la Xunta –que el Ejecutivo autonómico ve "suficiente", en palabras de Álvarez Robledo–, Bas recuerda que los porcentajes de ayudas van disminuyendo para desaparecer en 2013. "Es como un caramelo envenenado, porque luego tendremos que pagarlos nosotros. Y no queremos ni subvención i microchip", porque conllevarán, augura, el "abandono de los animales" y de la tradición de los curros, como ocurrió en Vimianzo.

Los ganaderos, explicó, realizan "una interpretación" diferente al Gobierno de la normativa y creen que se pueden "exceptuar" de la obligación de identificar ciertas zonas de la comunidad, algo que no ve posible la Xunta, recalcó Álvarez Robledo. A su juicio, esta opción, que contempla la legislación europea, necesita que se "garantice de alguna manera que estás hablando de una reserva natural o de un espacio geográfico donde no haya riesgos de ningún tipo", es decir, "que los animales no puedan salir del área", señaló. Para el representante de Medio Rural, la aplicación de la normativa es "inevitable" y que no ha lugar "muchas más interpretaciones" de la ley.

En todo caso, si no puede haber excepciones, a los ganaderos les valdría, explica Bas, con acordar un método identificativo diferente, y han sugerido a la Administración autonómica estudiar otras posibilidades más "baratas", como una identificación visual mediante un crotal, "que nos costaría 1,50 euros". El biólogo reconoció la actitud positiva de la Xunta, que se avino a que sus servicios legales buscasen, indicó, "una alternativa jurídica" a la identificación mediante microchip subcutáneo.

Para Bas, el chip implica la existencia de un "método sancionador" que persigue responsabilizar de los daños al propietario, pero que no pone remedio al tema porque no impide que estos tengan lugar. "Proponemos que se solucione el problema, por ejemplo con alambradas. No en todas partes, pero sí en los sitios conflictivos". "No lo tiene que solucionar la Xunta, pero nos gustaría que entienda el problema y coopere", añadió.

Por su parte, el BNG llevará mañana al Concello de Gondomar una moción para que el municipio inste a la Xunta a subvencionar la implantación de microchips, e "incluso hacerlo de modo gratuito", a través de su plantilla de veterinarios y a que establezca acuerdos con las aseguradoras para que asuman el riesgo que representan los caballos en el monte con unas primas "razonables", o "hacerlo a través de las entidades de crédito y caución con participación pública".

Por otra parte, Bas recordó que la dirección de Sabucedo –que acepta el chip– fue informada de las reuniones y sigue invitada a unirse a las reivindicaciones de las siete asociaciones pontevedresas, que persiguen, señaló, que "los caballos no desaparezcan".