Una de las citas más importantes del mundo para las viñetas, el Salón del Cómic de Barcelona, abre hoy sus puertas. Alrededor de media docena de autores gallegos acudirán a la busca de contactos nacionales e internacionales para propagar sus historias a través de tebeos de papel o digitales. Por primera vez en años, Galicia no contará con stand propio. Autores como David Rubín, José Domingo o Kiko da Silva aseguran que el gremio dio su visto bueno. Ante la falta de dinero por la crisis, prefieren que la Xunta suprima el stand y dedique el dinero a premios y acciones que fomenten la lectura y creación de comics.

Volviendo al Salón, uno de los asistentes gallegos, José Domingo, asegura que es "una cita obligada. En otras, una editorial no pone stand, pero aquí te encuentras con empresas de España y el extranjero con él o con sus editores pululando, con los que tienes posibilidad de concertar entrevistas. Es una oportunidad tremenda".

De hecho, este año, José Domingo no acude para presentar obra sino para reunirse con editores. Un producto de estas citas del pasado año es El gran Flaffy, un minicomic para iPhone y iPad que vale menos de un euro y que presenta cinco historias mudas de un perrro realizadas por este autor gallego y que acaba de ponerse a la venta.

Para Domingo, el formato digital es un negocio "aún no asentado". No obstante, está claro que tiene futuro. Esta misma semana, el site www.koomic.com se bautizaba en internet con editoriales españolas vendiendo obras creadas solo para este canal.

A su juicio, esta época de crisis ha hecho que el cómic "se resienta". No obstante, "es un momento de los mejores de los últimos tiempos en cuanto a cantidad de títulos y nivel creativo", asegura.

David Rubín también se encuentra en Barcelona. Ayer presentaba en el Centro Galego (ubicado en Las Ramblas) su nueva obra, El héroe, editado por la prestigiosa Astiberri. Rubín lleva trabajando dos años en estas viñetas que también presentará en el Salón para abrir mercado.

La historia "trata de las doce pruebas de Heracles desde un nuevo punto de vista. Le he dado la vuelta presentando a un héroe de acción y aventuras", explica el autor, que ha realizado el guión e ilustraciones de estas 600 páginas a las que seguirán otras tantas en el segundo volumen.

Para Rubín, el Salón del Cómic "es una herramienta importante. Le sacas rentabilidad aunque no es una meca. La guerra real está en las librerías".