Temas como “Háblame de ti”, “Esperanzas”, “Acordes” y “Guitarra” forman parte de la memoria de una generación que alcanzó la adolescencia en plena transición y que hoy se mantiene fiel a la música de los hermanos Javier y Pedro Herrero, que despertaron pasiones a finales de los setenta. Hoy, 32 años después, Pecos continúa conquistando corazones con sus temas, que, como afirma Javier Herrero, hablan de la vida misma. El próximo 1 de abril, el dúo inicia su gira por Galicia en la sala Privèe de Vigo (22.00 h.).

-¿Cómo se mantiene un idilio tan largo con el público?

-Creo que hemos dado mucho sentido a nuestra carrera, que hemos sido bastante profesionales. Empezamos muy jóvenes y somos afortunados porque nuestro público nos ha permitido aprender por el camino y evolucionar.

-¿Cuál es el secreto para que un tema perdure en el tiempo?

-La honestidad con la que hemos hecho nuestras canciones. Empezamos en plena transición, en una época en la que los solistas iban con traje y corbata. Y de pronto aparecimos Miguel Bosé, Tequila y Pecos, con vaqueros y zapatillas, y la gente se quedó flipada. Nosotros éramos muy jóvenes (15 y 17 años) y cantábamos de tú a tú. Por eso esa gente joven se sintió identificada con nuestras historias.

-¿Qué inspira ahora a Pecos?

-La vida misma: experiencias que tenemos, de amigos, cosas en las que te fijas...

-Ser autores de temas que se han convertido en emblema de una generación, ¿puede llegar a ser negativo?

-No. Es cierto que cada vez que tenemos que meter canciones de un disco inédito tienen que desaparecer otros y esto es complicado porque hay ciertos temas que no podemos dejar de cantar. Pero gracias a todo lo que hemos vivido y a todas esas canciones tan conocidas hemos llegado a tres generaciones, y esto es siempre positivo.

-Generaron todo un fenómeno fan. ¿Cómo lo vivieron siendo tan jóvenes?

-La verdad es que se vive de forma diferente desde fuera que desde dentro. Cuando estábamos de gira o de promoción estábamos concentrados en aprender y sólo veíamos que cada vez había más gente, pero otra cosa es cuando salía a la calle y todo el mundo me paraba. Llegas a asimilarlo, aunque reconozco que llegó a agobiarme y que viví una época de paranoia, en la que pensaba que todo el mundo me miraba. Lo más fácil es que nos hubiésemos vueltos tontos, pero afortunadamente a nuestro alrededor teníamos a gente que nos cogía de las orejas cuando nos desviábamos y nos devolvía al buen camino.

-¿El panorama musical es más complicado hoy que cuando comenzaron?

-La música siempre ha sido un mundo complicado. Ahora estamos pasando por un proceso en el que el soporte está cambiando y que hace falta regular. Es un momento especialmente difícil para los grupos que empiezan, a los que les cuesta darse a conocer.

-Ventas como las que tuvieron ustedes hoy son impensables...

-Ahora no se vende nada. Cuando empezamos la gente ahorraba para comprarse un disco y la música era el regalo ideal. Hoy, la música está por los suelos.

-¿Es cierto que estuvieron en casa de Dalí?

-Nos invitó al hotel donde se hospedaba en Madrid, nos presentó a Gala y pasamos cuatro días con ellos. Nos invitó a su casa porque quería pintarnos, pero no fuimos. No le dimos la importancia que hoy le hubiésemos dado. Desde luego, hoy hubiésemos hecho todo lo posible por ir.