Dirigió la primera expedición científica que dio la vuelta al mundo, entre 1789 y 1894. La hazaña de Alejandro Malaspina no tiene nada que envidiar a la de sus colegas británicos o franceses, pero aún sigue oscurecida por la historia. Este ilustrado, que da nombre a la expedición oceanográfica que zarpó ayer de Cartagena, fue acusado de alta traición por Godoy y condenado a diez años de cárcel, que cumplió en el castillo de San Antón, en A Coruña. Las presiones de Napoleón redujeron el castigo a seis, durante los cuales el noble italiano que había estado al servicio de la Marina Real Española se dedicó a escribir ensayos diversos.

Ahora, doscientos años después de su muerte, su figura inspira la mayor expedición en la historia de la oceanografía española, Malaspina 2010, que recorrerá todos los mares del mundo con 400 investigadores, 30 de ellos de Galicia, para evaluar el impacto del cambio climático.

De familia noble e italiano de nacimiento, Malaspina estuvo al servicio de la Corona española en la Marina Real y dirigió la primera expedición científica española de circunnavegación.

La expedición partió de Cádiz en 1789 con 200 hombres y dos corbetas, Descubierta, comandada por el propio Malaspina, y Atrevida, al mando de otro insigne marino, José Bustamante y Guerra. El periplo duró casi cinco años, hasta septiembre de 1794.