Algo más de la mitad de los conductores españoles, el 51 por ciento de los cerca de 25 millones del censo total -casi trece millones-, preferiría no coger el coche para desplazarse de un sitio a otro, según señala un estudio sobre la influencia de la ansiedad en la conducción.

El estudio "La ansiedad y su influencia en los conductores españoles" ha sido realizado por la iniciativa social de Audi, Attitudes, con motivo de la novena Jornada de Reflexión que se celebra este miércoles en Madrid bajo el título "¡Quiero conducir! De la ansiedad a la fobia en la conducción".

El informe ha sido presentado este martes en rueda de prensa por el director de investigación de Attitudes, Jordi Fernández, y concluye que uno de cada cinco conductores circula con ansiedad y de ese porcentaje la mitad evita coger el coche.

El estudio elaborado a partir de 2.070 entrevistas realizadas el pasado mes de julio a ciudadanos que tienen o han tenido carné de conducir, desvela que el 49 por ciento de los conductores no tiene ansiedad al conducir y coge el coche siempre que puede.

Otro 30 por ciento no manifiesta intranquilidad a la hora de conducir, pero si puede elegir prefiere no ponerse al volante al igual que el 21 por ciento restante, que sí que manifiesta este trastorno, aunque solo el diez por ciento evita conducir.

De estos porcentajes se pueden sacar algunas conclusiones, como que hay dos perfiles de conductores "ansiosos": los que a pesar de sentirse así se ponen con frecuencia al volante, aunque necesitan tener una mayor información para hacer frente a lo que ve como un camino de 'peligros', y los que buscan cualquier excusa para no cogerlo y si lo hacen es para trayectos cortos y asequibles.

La conducción peligrosa de los otros conductores es la situación de tráfico que genera mayor ansiedad entre los que la padecen, que se sienten nerviosos por este motivo y sobre todo mantienen la creencia en que les falta capacidad para poder solventar estas situaciones.

La ansiedad se manifiesta con una falta de confianza en la conducción, un trastorno que es más acusado entre las mujeres que entre los hombres: una de cada cuatro mujeres conductoras ha tenido bastante o mucha ansiedad al volante, mientras que entre los hombres conductores esta razón se aproxima a uno de cada cinco.

La ansiedad es más frecuente también entre las personas que han repetido más de dos veces el examen práctico de conducir, pero además del aprendizaje también la experiencia es determinante, a mayor número de años con carné de conducir menor ansiedad.

Por comunidades autónomas, Galicia es la que tiene mayor porcentaje de personas que admiten tener bastante o mucha ansiedad al volante, un 33 por ciento; Baleares y País Vasco cuentan con el porcentaje más alto de conductores que evitan cogerlo, un 48 por ciento.

El conductor "ansioso" lo pasa peor al volante, es más propenso a cometer fallos, se cansa más por esta tensión, y Fernández sospecha que una persona con ansiedad, al estar más atenta a ciertos peligros no está tan atenta en la conducción.

Para superar este trastorno, es crucial la actitud de la familia, no burlarse, ni menospreciar a los que lo sufren, sino animarles a que tomen el volante en circunstancias que estén dentro de sus capacidades para que poco a poco vayan realizando trayectos más complicados.