La crisis no solo afecta al bolsillo, también pasa factura a la calidad del sueño. El 26 por ciento de los gallegos reconoce que duerme peor que el año pasado, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y uno de cada cinco encuestados asegura que lo que más le dificulta conciliar el sueño son los problemas laborales y el miedo al paro, por encima de las preocupaciones familiares y de salud, que hasta ahora se presentaban como las principales causas de trastornos del sueño como el insomnio, según este estudio.

El desempleo y la crisis son los dos principales preocupaciones de los españoles –78,4 y el 48,2 por ciento, respectivamente– según el Barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y ahora también, según este estudio, afectan a la salud.

"Que el miedo al paro se traduzca en menos horas de sueño es normal porque no tener trabajo causa estrés y ansiedad, y éstos son dos de los principales factores del insomnio. Hoy hay muchos trabajadores que no piden la baja por miedo a perder el trabajo, por lo que el insomnio es un problema añadido al que ya tenían", explica Emilio Rodríguez Sáez, neurofisiólogo clínico de la Unidad del Sueño del Hospital Xeral de Vigo, que se muestra convencido de que los casos de insomnio son muchos más de los tratados. El especialista no descarta, además, que éstos aumenten en número a medida que se prolongue la crisis.

"En las consultas, de momento, no creo que se haya notado un aumento significativo de pacientes, pero estoy seguro de que en ciudades industriales como Vigo, a las que más está afectando el paro, hay muchos más casos de insomnio agudo de que los que pasan por el especialista", explica el neurofisiólogo clínico, quien añade que uno de los riesgos es que un problema que puede ser transitorio acabe convirtiéndose en crónico.

"Es normal que en situaciones como una separación o la pérdida de un familiar, que causan estrés, haya problemas de sueño durante una o dos semanas, pero éste se va recuperando a medida que pasa el tiempo. Pero cuando llevamos seis meses sin poder dormir porque estamos en paro y vemos que no encontramos trabajo, ya se cronifica", explica. Y, en el caso del insomnio, conocer la causa es fundamental. "Sin tratar su causa es difícil acabar con el problema. Por eso, el más difícil de tratar es el insomnio primario, el que no es emocional ni médico ni hormonal y que no tiene causas aparentes", añade.

A factores como el estrés, Rodríguez Sáez suma otro, que diferencia a España del resto de Europa: los hábitos del sueño, en los que suspendemos claramente. "En España tenemos un déficit de sueño de una hora y media respecto al resto de Europa, debido, en gran parte, a nuestro horario laboral. El sueño cumple una función biológica y psicológica, y nuestro sistema nervioso está programado para acostarse a las doce de la noche y despertarse a las ocho, cosa que raramente ocurre si sales tarde de trabajar", argumenta el especialista, que asegura que en España son necesarias más unidades del sueño y mejor coordinadas para tratar los cada vez más numerosos casos de trastornos del sueño.